El Banco Central cerraría un acuerdo con China para incrementar en 4 mil millones de dólares las reservas internaciones a través de una ampliación del swap. Este mecanismo fue inaugurado en 2014 y los actuales funcionarios del equipo económico criticaban su uso asegurando que eran papelitos de colores. Ahora el Central recurre a este financiamiento para intentar incrementar la cantidad de divisas líquidas en las reservas y transmitir tranquilidad en el mercado de que podrá cumplir los vencimientos de deuda de los próximos trimestres. Las reservas registraron una baja mayor a los 3300 millones de dólares en agosto y de más de 8600 millones desde finales de junio, cuando ingresaron los 15.000 millones del Fondo Monetario. 

La entidad a cargo de Luis Caputo tiene que pagar un préstamo repo a fin de este año por 4200 millones de dólares. Se habría intentado renegociar el vencimiento con los bancos extranjeros para extender un año ese crédito pero la tasa solicitada por la banca fue muy elevada: 10 por ciento. Esto llevó a la autoridad monetaria a buscar mecanismos alternativos para incorporar divisas frescas a las reservas sin tener que recurrir a la emisión de bonos en el mercado de capitales tradicional, que por ahora no parece una opción posible debido al alto riesgo país. 

Funcionarios de primera línea del equipo económico, como el vicepresidente del Central, Gustavo Cañonero, y el coordinador de la jefatura de Gabinete, Mario Quintana, viajaron a Nueva York en busca de financiamiento. Por ahora estarían revisando las propuestas y no se dejaron trascender mayores detalles. El Gobierno había asegurado hace menos de tres meses que no volvería a emitir deuda externa hasta 2020.