A las 20.09 del martes, la secretaria de Clara Aurora Langhe de Falcone, presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, recibió de forma electrónica la acordada en la que, algunas horas antes, la Corte Suprema había ordenado por unanimidad dar cumplimiento de forma cabal y urgente al fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que establece la prisión domiciliaria o medidas menos restrictivas para Milagro Sala. Sin embargo, la diputada del Parlasur y líder de Túpac Amaru cumplió ayer su noveno día de huelga de hambre, confinada en su celda individual del penal federal de General Güemes, en la provincia de Salta. 

“Hasta donde tengo conocimiento, aún no fuimos notificados”, sostuvo ayer en declaraciones radiales el juez Pablo Pullen Llermanos, al ser consultado sobre el dictamen en el que la Corte Suprema exhortó a la Justicia jujeña a acatar inmediatamente el fallo de la Corte IDH. 

El magistrado, que revocó la prisión domiciliaria de la dirigente social alegando cuestiones de salud –aunque sin pruebas, según señala la defensa de la imputada– afirmó que no comprende la acordada resuelta por el máximo tribunal. “No entiendo la decisión que se dio a conocer de la Corte Suprema de Justicia, no tiene un relato de antecedentes adecuados, ni una valoración. Quizá no esté a la altura del texto de la Corte y mi capacidad de entendimiento sea limitada, espero que el Superior Tribunal de Justicia logre desentramar eso y me ordene la medida que debo tomar”, declaró. 

Desde el Comité por la libertad de Milagro Sala desmintieron los dichos de Pullen Llermanos y señalaron que “un juez no puede justificar el incumplimiento de un fallo en su incapacidad de entenderlo. Si así fuera, entonces debería ser destituido de su cargo”. Además, recordaron que el gobernador jujeño, Gerardo Morales, promovió una ampliación del Superior Tribunal de Justicia provincial, donde tiene mayoría automática. “No existe Estado de Derecho en Jujuy, Morales es dueño de la Justicia y la usa para perseguir a su oposición política, se debe cumplir con lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de forma inmediata”, sentenciaron.

Pullen Llermanos volvió a justificar su decisión de trasladar a Sala, en plena madrugada, desde su casa en El Carmen hasta el penal federal salteño. “Nadie conoce mejor que yo la situación y por eso entendí que no estaba garantizada su salud donde estaba”, dijo, y puntualizó: “Creo que agoté las posibilidades, ya que tratamos de distintas maneras de procurar que tutele su salud, pero si hay una clara voluntad de afectarla para conseguir tal o cual cosa, ya se agotaron mis posibilidades y lo que puedo hacer”. 

Desde el CELS, Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos (Andhes) y Amnistía Internacional –que llevaron el caso a la Corte Interamericana– habían subrayado el día anterior la “obligación de la justicia de Jujuy de adoptar con carácter urgente las medidas del caso para proteger la vida, integridad personal y salud de Milagro Sala”.

Aunque, tras el fallo de la Corte Suprema, el Comité por Milagro y el resto de la organizaciones políticas y sociales suspendieron la movilización que había sido convocada ayer, continúan en estado de alerta hasta que la Justicia jujeña cumpla el dictamen.