El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer que no celebrará un desfile militar que iba a realizar en noviembre, y culpó por ello a las autoridades demócratas de Washington. El mandatario consideró que las autoridades de la capital estadounidense, perteneciente al opositor Partido Demócrata, querían cobrarle sumas muy altas para realizar el acto. “Los políticos locales que dirigen pobremente Washington querían una cifra tan ridículamente elevada que lo cancelé. Quizás hagamos algo el próximo año en Washington D.C., cuando los costos BAJEN. ¡Ahora podemos comprar algunos aviones de combate más!”, tuiteó el mandatario.

La Casa Blanca estimó que los costos del desfile serían en entre diez y 30 millones de dólares. Esa suma incluye las medidas de seguridad para el evento, el transporte de armamento y aviones y un pago para los soldados. La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, no tardó en reaccionar mordazmente a las críticas de Trump, e insinuó que los costos estimados para el desfile militar hubieran ascendido a 21,6 millones de dólares, casi dos tercios de lo que había estimado la Casa Blanca.  “Si, soy Muriel Bowser, alcaldesa de Washington DC, la política local que finalmente le hizo ver al astro de reality en la Casa Blanca la realidad (U$S 21,6 M) de los desfiles/eventos/manifestaciones en los Estados Unidos de Trump”, arremetió desde la red social Twitter. 

Trump había pedido al Departamento de Defensa que organizara un desfile militar, tras haber quedado impresionado luego de asistir al desfile del Día de la Bastilla, el año pasado en París. Al volver a su país le pidió al Pentágono un despliegue similar, pero desde entonces no recibió mucha aprobación. Luego de desestimar su deseo, el mandatario anunció que asistirá a una celebración militar ya prevista, en una base aérea a las afueras de Washington. Además viajará a París el 11 de noviembre para presenciar un acto en conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial. El último gran desfile militar en Washington fue el 8 de junio de 1991, cuando Estados Unidos celebró la liberación de Kuwait.