La legalización del aborto, la tragedia de Once, los exabruptos de Donald Trump, los incendios en Grecia, atentados varios, pero también los tarifazos, el precio del pan, el papa Francisco, las alegrías y sin sabores de los eventos deportivos. Todos son resumidos, abarcados, condensados en algunos trazos.

Néstor Kirchner

Un golpe a la retina, a veces un cachetazo, otras un guiño simpático o emotivo, eso es un ícono para el diseño gráfico. Alto impacto en pocos centímetros y líneas, con mucho de síntesis, imaginación y astucia.

Ejercicio, mecánica, gimnasia, un don de hacer que Hernán Berdichevsky pone al servició de resumir la noticia nacional o internacional que más lo impacta en la semana.

Una práctica, por otra parte, que permite que la vorágine de sucesos que nos atropellan a diario queden documentados en otro tipo de registro o marca.

Inmigrantes

Berdichevsky estudio diseño gráfico en la Universidad de Buenos Aires, donde también se desarrolló como docente. Y este modo particular de expresarse lo desarrolla desde allá lejos y hace tiempo. “Con padres arquitectos podría decirse que fui estimulado desde muy joven. Siendo muy chico, tenía 12 años, estudié caricatura y dibujo con Hermenegildo Sabat y pintura con Blas Castagna y con el Oso Smoge. Sin dudas hay algo de mi trabajo que viene de ahí, del comic que me gusta de línea clásica”, adelanta. Y continúa: “A mí siempre me gustó la abstracción de las formas, o lo simple. Quizás ahora, si lo analizo, por dos grandes motivos: venía de esa escuela clara, de Tintín, y esos comics que para mí eran los más atractivos. Y por otro lado, porque me formé con la mano, no la computadora, pero siempre fui muy desprolijo, entonces simplificaba los procesos y trazos para tener menos líneas, y que todo lo que hacía no se arruinara con los marcadores y la tinta de los Rotring. Eso me llevó sin dudas a ser más abstracto”.

Mientras tanto, en su desarrollo profesional fue socio fundador de imagenHB , plataforma desde donde con la marca Nobrand en plena crisis del 2001, con su socio de aquel entonces (Gustavo Stecher), eligieron o se permitieron como una especie de catarsis en una época muy dura para todas las disciplinas,  cuestionar la argentinidad. Y traducirla, casi de inmediato, en 150 íconos que hablan de nosotros, una particular visión de la cultura, idiosincrasia y costumbres argentinas, que se exhibieron en varias muestras, materializaron en un libro y una amplia serie de productos –desde remeras a tazas–. En ese momento, los tópicos elegidos de la argentinidad al palo fueron desde la vaca, el tango, el mate, Mar del Plata, las Cataratas del Iguazú, la Patagonia, el gaucho, las boleadoras, el poncho, el siku, el ombú, el indio, La Pampa, hasta el Che Guevara. Este proyecto les valió varios premios internacionales así como el haber sido reconocido mundialmente como uno de doce mejores proyectos de branding del mundo.

El juez Griesa

Identidad, imagen de marca, creación de logos, un terreno en el que se mueve como pez en el agua y al que se dedica desde hace años, hoy desde su estudio Brandcrew que reconoce como una “agencia pensativa”, que trata de capturar el ADN de profesionales, empresas y gobiernos, como cuando, a finales del 2009, ganó por concurso nacional la marca del Bicentenario Argentino, un ícono que representó el festejo de los doscientos años de historia Argentina. Y en el 2010 se emitió la primera moneda diseñada por su estudio, la de 2 pesos.

Volviendo al universo de sus íconos, detalla su mecánica: “Los procesos son muy naturales. Hay momentos donde las cosas fluyen y además ya tengo una gimnasia. Pero por supuesto la gran herramienta es la mirada. Eso me lo hizo desarrollar Sabat desde chico. Eso de siempre mirar y volver a hacerlo para encontrar algo más. Eso de detenerse y observar. Y después el ser desprolijo y poco paciente, me hace como explotar. Analizo muy rápido y vomito lo que pienso y siento para dejarlo y volver a verlo y resolverlo. Me gusta esto de producir rápido y entender cuando esta”.

¿Es difícil mirarse? “A mí no me resulta difícil, al contrario, me cuesta no mirarme. Soy judío, culposo y autocrítico”, detalla. “Los íconos de las noticias se podría decir que comenzaron con el fallecimiento de Néstor Kirchner. Me impactó tanto la noticia que enseguida lo grafiqué. Las redes no eran lo que son ahora, pero lo comuniqué y  enseguida me fui enganchando con otras noticias que iba dibujando. Después, cosa extraña pero que me dio mucha felicidad y de la que estoy sumamente agradecido, porque además surgió un primer libro, me convocaron de la radio. Sebastián Wainraich, de la Metro, me invitó a participar como columnista de su programa. Me llamaba los viernes a las 19 hs para que le hablara del ícono de la semana. Fue una experiencia bárbara”, señala.

Fifagate

Hoy que ya van por los 300 y es un ejercicio que no deja de practicar donde este, ya que viaja a dictar seminarios por distintos países, busca plasmarlos en algún medio gráfico.

“En lo personal siempre me gustan los desafíos, las noticias que son difíciles y poder resolverlas con astucia. Igualmente con ellos no busco dividir ni agredir ni echar más leña al fuego de una sociedad que ya esta bastante dividida. El tema es que frente a la mayoría de las noticias tampoco puedo ser tibio y me gusta observarlas y comunicarlas desde mi oficio que es la gráfica”, remata.

Casi como ocurre con el periodismo, imposible ser neutral. Mientas tanto él sigue llenando las redes –Twitter, Facebook, Instagram– con su ícono de la semana.

Cambio de género