La tibia reacción del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la muerte del senador republicano John McCain (foto) continuó generando polémica después de que la Casa Blanca amaneciera ayer con las banderas a plena asta tras poco más de día y medio de duelo. Esto a pesar de que solo 30 personas han recibido un homenaje como el que recibe McCain en 166 años. 

La mala relación entre Trump y McCain era vox populi, las redes sociales reaccionaron ayer con una mezcla de estupefacción e indignación al hecho de que las banderas de la residencia presidencial volvieran a ondear con normalidad, después de haber sido bajadas tras la muerte del senador el pasado sábado. 

Esta decisión de la Casa Blanca molestó incluso a asociaciones de veteranos que a lo largo del día habían instado al presidente a mostrar el respeto “apropiado” a un veterano de Vietnam que, además, fue prisionero de guerra durante más de cinco años. Finalmente, ya a media tarde, la Casa Blanca volvió a bajar su bandera y dejarla de nuevo a media asta. 

“A pesar de nuestras diferencias políticas, respeto el servicio a nuestro país prestado por el senador John McCain y, en su honor, he firmado la proclamación de que la bandera de Estados Unidos ondee a media asta hasta el día de su entierro”, sostuvo Trump en un comunicado en el que explicaba esta última decisión. 

Según comentaron periodistas que cubren habitualmente la Casa Blanca, lo tradicional en el caso de la muerte de alguien tan relevante como McCain, veterano de la guerra de Vietnam que se llegó a postular a la Presidencia del país en 2008, es que las banderas ondeen a media asta hasta que se celebre el entierro del difunto. 

En el caso del republicano, su sepelio tendrá lugar el próximo domingo, 2 de septiembre, en la base naval de Annapolis (Maryland), después de que el sábado se celebre el funeral en la catedral de Washington. 

La única reacción oficial de Trump al fallecimiento de McCain fue en Twitter, donde escribió: “Mi más profunda compasión y respeto para la familia del senador John McCain. ¡Nuestros corazones y oraciones están con ustedes!”. El magnate neoyorquino no asistirá a las pompas fúnebres en honor a McCain. “El presidente, por lo que sabemos, no asistirá al funeral. Es un hecho”, declaró Rick Davis, el portavoz de la familia a un grupo de periodistas, según el diario The Washington Post. En su lugar, apuntó el propio Davis, serán los expresidentes Barack Obama y George W. Bush quienes tomen la palabra en las exequias, que se celebrarán el sábado en la catedral de Washington.