Pese a los problemas que generó la deuda con jurisdicción extranjera, el gobierno volvió a autorizar la emisión de bonos con cesión de soberanía. El flamante ministro de Finanzas –ex secretario–, Luis Caputo fue autorizado a emitir deuda por hasta 20.000 millones de dólares bajo las mismas legislaciones que permitieron a un grupo de fondos buitre litigar y ganar un juicio en Nueva York que el macrismo convalidó tomando deuda por 16.500 millones de dólares para cancelarlo.  

Mediante un decreto que lleva las firmas del presidente Mauricio Macri y del jefe de Gabinete, Marcos Peña, se le da facultad a Caputo para pedir préstamos por un monto máximo de 20.000 millones de dólares e “incluir cláusulas (en los bonos) que establezcan la prórroga de jurisdicción a favor de los tribunales ubicados en Nueva York (Estados Unidos), y/o de Londres (Reino Unido)”.

Además se permite que se disponga “la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana, exclusivamente, respecto a reclamos que se pudieran producir en la jurisdicción que se prorrogue y con relación a los acuerdos que se suscriban y a las emisiones de deuda pública que se realicen con cargo al presente decreto”. Esto implica que la Justicia argentina no podrá decidir ante un eventual cese de pagos o disputa con los bonistas sino que deberá atenerse a lo que decidan tribunales extranjeros. Desde la cartera de Finanzas, se argumentó la decisión en la necesidad de generar mayor confianza en los inversores financieros, que descreen aún del país, pese a que este gobierno se presentó como garantía suficiente para el arribo de inversiones.