La reacción del mercado ante los anuncios oficiales fue refugiarse en el dólar. El Gobierno se reunió todo el fin de semana en Olivos y en la mañana de ayer lanzó un paquete de medidas para intentar recuperar la confianza de los inversores. No tuvo éxito. El dólar cerró a 39,04 pesos, con un incremento de 1 peso y cuatro centavos. El Banco Central salió los últimos cinco minutos de la jornada a moderar la suba en el mercado mayorista. Subastó 100 millones de dólares y se los compraron todos, a un precio promedio de 37,98 pesos. Con ello, logró bajar el tipo de cambio de referencia para bancos y exportadores, que operaba por arriba de los 38 pesos. El cierre fue en 37,40 pesos, igualmente con un aumento de 60 centavos respecto del precio del viernes. Para los pequeños ahorristas, en tanto, fue un día de nervios, ya que las páginas de varios bancos líderes sufrieron caídas permanentes en el servicio de home banking y no se podían efectuar compras de divisas. En las redes sociales también hubo numerosas quejas de ahorristas a quienes les costó retirar depósitos en moneda extranjera por falta de billetes.

En la city porteña, tras el respiro del viernes, volvió la incertidumbre. Los anuncios oficiales potenciaron la tensión financiera. El feriado en Estados Unidos no permitió observar la reacción de los inversores externos al discurso del presidente Macri y al paquete de medidas de Dujovne pero los operadores locales adelantaron una respuesta negativa. El volumen operado en el mercado mayorista fue un tercio del habitual, con 231 millones de dólares, de los cuales 100 millones volcó el Banco Central, en otra demostración de la escasa oferta de divisas ante una demanda que no afloja. La bolsa porteña, a su vez, registró retrocesos en casi todas las acciones, mientras que los bonos en dólares anotaron una fuerte volatilidad (ver aparte).  

Los analistas explican que la principal respuesta para que siga el castigo financiero es que está rota la credibilidad en el Gobierno. “Nadie quiere activos argentinos. Los clientes están a la expectativa de un rebote mínimo de precios para vender las acciones y los títulos”, mencionó a este diario un operador de bolsa, quien aseguró que no recuerda tantas semanas de estrés como las que lleva acumuladas este año. “Es imposible que puedan recuperarse los activos financieros con este nivel de desconfianza en el que todos quieren vender y nadie comprar”, estimó.

Los anuncios no cumplieron con las expectativas del mercado, que desde hace semanas quieren un recambio de los principales funcionarios del equipo económico y el lanzamiento de un programa fiscal, cambiario, monetario y externo sostenible para el mediano y largo plazo. La semana pasada, cuando hablaron el presidente y el jefe de Gabinete la respuesta del mercado había sido idéntica: devaluación y desplome de los activos financieros. El Banco Central sigue sin aclarar cuál es su estrategia y ayer antes de las tres realizó una subasta por 100 millones de dólares para intentar bajar el mayorista. La cotización se había ubicado en los 38,80 pesos a mitad de la jornada. Las reservas cerraron en 52.389 millones de dólares, con una baja de 269 millones. El viernes marcaron una disminución de 1133 millones.

Luis Caputo, el titular de la entidad, viajó junto con Dujovne a Estados Unidos para negociar con el Fondo Monetario Internacional. La intención es conseguir un adelanto de 29 mil millones de dólares para cerrar el programa financiero de 2019. Pero en la mesa de negociación habrá otro punto igual o más importante: conseguir que la entidad a cargo de Christine Lagarde autorice a usar nuevos dólares del préstamo para realizar una intervención más agresiva en la plaza cambiaria. El Fondo Monetario sólo avaló el uso de 7500 millones de dólares del crédito para contener el precio de la divisa y Caputo ya empleó en torno de 6100 millones. Las posibilidades de frenar nuevas corridas si el FMI no da el visto bueno son cercanas a cero.

Las presiones de demanda continuaron firmes en el primer día hábil del mes, cuando se suman los ahorristas minoristas que empiezan a cobrar el salario. Hubo problemas en la operatoria de distintos bancos por el importante caudal de demanda. Los clientes de distintas entidades privadas reportaron a lo largo de la jornada numerosas caídas de los home banking, que impedían la compra de divisas. En las redes sociales se destacaron las denuncias por caída del servicio del Banco Galicia, del Banco Hipotecario, el ICBC, del Banco Francés y del Banco Patagonia. Las entidades simplemente se limitaron a hablar de “problemas técnicos” y “demoras”. Las estadísticas aún no se publicaron pero algunos analistas adelantan que en la última parte de agosto empezaron a retirarse los depósitos de cajas de ahorro, en un acto reflejo de los clientes bancarios al miedo que despierta la inestabilidad financiera y cambiaria.