PáginaI12 En Perú
Desde Lima

“Con mi esposa y mis tres hijos hemos hecho un viaje muy duro de varios días. Hemos venido casi sin nada. Esperamos poder seguir viaje y llegar a Lima, ese es nuestro objetivo. La situación en Venezuela está muy difícil, por eso salimos. Pudimos pasar la frontera poco antes que exijan el pasaporte, un documento que no tenemos y que ahora es muy difícil conseguir en Venezuela”, dice a las cámaras de televisión uno de los miles de migrantes venezolanos que cada día cruzan por tierra hacia Perú desde la frontera con Ecuador. 

Según las cifras oficiales, a Perú han ingresado unos 420 mil venezolanos. El país que ha captado la mayor parte de esta migración es Colombia, donde las autoridades dicen hay 820 mil venezolanos registrados. En Ecuador hay poco más de 200 mil. Estos son los países que han recibido la mayor cantidad de venezolanos. La mayor parte de este flujo migratorio se ha dado en el último año, en medio de la crisis que afecta Venezuela.  

Funcionarios de Perú, Colombia y Ecuador se reunieron de emergencia la semana pasada en Lima para acordar medidas conjuntas para enfrentar la migración venezolana. Tomaron acuerdos para unificar políticas migratorias e intercambiar información. Decidieron no cerrar sus fronteras, pero sí endurecer los controles fronterizos, exigiendo a estos migrantes documentos de identidad como el pasaporte. Justificaron esta decisión en “la necesidad de tener una migración regulada, ordenada y segura”. Se acordó exigir pasaporte a pesar de que estos tres países indican en un comunicado que los ciudadanos venezolanos tienen dificultades para conseguirlo. Para superar este problema, señalaron haber acordado pedirle al gobierno de Nicolás Maduro que facilite la entrega de este documento.   

Un argumento para pedir pasaporte es evitar el ingreso de personas con antecedentes penales. “Es necesario tener un mejor control, pero no hay ninguna intención de cerrar las fronteras, eso lo aseguramos”, declaró el diplomático peruano Enrique Bustamante. Diversos expertos coinciden en señalar que exigir pasaporte tiene una relativa eficacia en el tema de seguridad y lo que hace es empujar a quienes no tienen ese documento a ingresar clandestinamente, lo que los pone en una situación de mayor vulnerabilidad. 

Perú ya venía exigiendo pasaporte a los venezolanos que llegan a su frontera desde el 25 de agosto, antes de este acuerdo conjunto. En Ecuador un tribunal ha suspendido una decisión del gobierno en ese sentido. Hasta el 25 de agosto, cada día cruzaban la frontera peruana cerca de cuatro mil venezolanos. Desde esa fecha, el flujo migratorio ha bajado a poco más de mil al día. Pero esa cifra no toma en cuenta a los que han comenzado a cruzar ilegalmente por  rutas alternas por no tener pasaporte para pasar los controles fronterizos. 

Los funcionarios de estos tres países andinos señalan que su capacidad de atención ha sido desbordada por la migración venezolana. Frente a esta situación, han solicitado la ayuda de organismos como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para la Migración, así como de los países desarrollados. El gobierno peruano ha declarado en emergencia sanitaria la zona fronteriza en el norte del país, donde se concentran más de 40 mil venezolanos, albergados en precarias condiciones. La Dirección Regional de Salud de Tumbes, zona fronteriza con Ecuador usada como paso por estos migrantes, ha alertado de la presencia de enfermedades como malaria, dengue e influenza. 

Los funcionarios de estos tres países señalan que la ayuda internacional no debe limitarse a la atención de emergencia a estos migrantes, sino que también debe darse para respaldar programas para su inserción laboral. La mayor parte de venezolanos que han ingresado a Perú han llegado a Lima, donde en su mayoría trabajan en el comercio ambulatorio, y en menor proporción en restaurantes y otras actividades de servicios.

Luego de la reunión de emergencia en Lima, Ecuador convocó para el lunes y ayer a un encuentro en Quito con una docena de países de la región, entre ellos Argentina, para seguir abordando el problema de la migración venezolana y cómo enfrentarla (ver aparte). La OEA también llamó para hoy a una reunión para analizar este tema.

El drama de los migrantes venezolanos, que abandonan su país fundamentalmente por razones económicas, es explotado diariamente por sectores políticos y medios periodísticos para reforzar sus ataques contra el gobierno de Venezuela y promover acciones contra el régimen de Maduro. Ciento veinte mil migrantes venezolanos llegados a Perú han solicitado ser considerados como refugiados, lo que les daría los derechos de un residente y la protección del Estado peruano. Pero solamente una minoría, algo más de 400, ha conseguido el estatus legal de refugiados, para lo que deben demostrar que son perseguidos o su vida corre peligro en su país, lo que no ocurre con la gran mayoría de ellos. 

Hace unos días, un avión fletado por el régimen venezolano llevó de vuelta a su país a un centenar de estos migrantes, que decidieron regresar por no haber encontrado la prometida mejora de su situación.