Joanna Palani, de 23 años, abandonó la universidad en Europa, en el 2014, para unirse a las fuerzas kurdas y pelear contra el Estado Islámico. Ahora está detenida en Copenhage, Dinamarca, donde creció desde chica (aunque nació en un campo de refugiados en Irak durante la Guerra del Golfo) y puede ser condenada a dos años de prisión. Mientras la procesan ISIS ofrece una recompensa de un millón de dólares por su asesinato. “¿Cómo puedo significar una amenaza para Dinamarca cuando salí del país para unirme a un ejército al que mi país apoya directamente en el combate frontal contra ISIS?”, replicó ella, desde su muro, en Facebook.