El Consejo de la Magistratura elevó ayer al Poder Ejecutivo la terna de candidatos a reemplazar al ex juez Norberto Oyarbide en Comodoro Py. Una integrante de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), una integrante del Ministerio Público Fiscal porteño, y el presidente de la Oficina de Escuchas Judiciales, dependiente de la Corte Suprema, son los candidatos entre los que el presidente Mauricio Macri deberá decidir. 

Los postulantes para ocupar la vacante que dejó la jubilación de Oyarbide en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 5 de la Capital Federal son Agustina Rodríguez, miembro de la UFEM; María Eugenia Capuchetti, titular de la Oficina de Enlace con Organismos Oficiales del Ministerio Público Fiscal porteño, y Juan Tomás Rodríguez Ponte, a cargo de la Oficina de Escuchas Judiciales. 

Agustina Rodríguez tiene varios años de carrera judicial. Fue secretaria letrada del Procurador General interino Eduardo Casal y trabajó, además, con el ex camarista Gabriel Cavallo. Capuchetti, según se comenta en Tribunales, llega con el visto bueno del sector de la mesa judicial del macrismo que se referencia en Daniel Angelici. Fue secretaria del juez federal Sergio Torres. 

Rodríguez Ponte, por su parte, fue secretario del juez Ariel Lijo. De ahí pasó a manejar la controvertida oficina de escuchas. Muhas conversaciones privadas de la ex presidenta Cristina Kirchner fueron difundidas por los medios, aunque él desligó responsabilidades por las filtraciones. Sus vínculos familiares lo acercan a Cambiemos: es hijo del intendente radical de General Lavalle, José Rodríguez Ponte, electo por las listas de Cambiemos. 

De los tres, Capuchetti y Rodríguez Ponte son quienes tienen más posibilidades que quedarse con el cargo. El juzgado federal 5 está libre desde el 14 de julio de 2016, donde se acumulan varias causas de corrupción que seguramente tomarán ritmo cuando asuma el nuevo juez. 

Para llegar a la terna anunciada en la reunión plenaria del Consejo de la Magistratura, los postulantes debieron atravesar un concurso y una serie de entrevistas. Hubo casi 200 inscriptos.