La defensa del militar chileno Sergio Jara Arancibia, condenado por delitos de lesa humanidad durante la dictadura de Augusto Pinochet, solicitó que se le conceda el carácter de refugiado político en Argentina, argumentando que “ha sido y es un perseguido político en su país”. Paradójicamente, los argumentos que sostienen el pedido son idénticos a los presentados por el ex jefe del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Galvarino Apablaza Guerra, víctima del pinochetismo, cuyo asilo fue aceptado en 2010 por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. 

“Hay un impedimento absoluto e inmediato que es que los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra no pueden de ninguna manera ser reconocidos como refugiados en ningún Estado, de acuerdo con la Convención Internacional de Derechos Humanos”, señaló a este diario el abogado defensor de Apablaza Guerra, Rodolfo Yanzón, y sentenció: “Apablaza Guerra accedió a su condición de refugiado, fundamentalmente, por haber sido secuestrado y torturado por la dictadura de Pinochet que integró Arancibia y que integraron muchos de los que hoy están en el Gobierno de (el presidente, Mauricio) Macri”.

Tras el fallo de la Justicia chilena que lo condenó, en 2016, a 18 años de cárcel por el homicidio, en diciembre de 1973, del dirigente del Partido Socialista Rigoberto Achú Liendo y del militante comunista Absalón Wegner Milla, Arancibia permaneció prófugo en Argentina durante once meses. En julio del año pasado, la Policía Federal lo detuvo en Mar del Plata y se inició el trámite para su extradición. A partir de ese momento, los abogados de ambos países del ex coronel del Ejército durante el pinochetismo comenzaron con las tratativas para impedir su traslado y mantener su libertad. Eduardo Sinforiano San Emerito, a cargo de la defensa en Argentina, presentó en ese contexto una solicitud de refugio político a la Comisión Nacional para Refugiados, aludiendo la existencia de una persecusión política contra Arancibia, a quien “se lo ha juzgado en clara violación a las leyes vigentes al momento del delito que falsamente se le ha imputado y condenado”.

Lo llamativo es que San Emérito respaldó la solicitud tomando los mismos argumentos que utilizó en su momento la defensa de Apablaza Guerra para pedir su asilo político en nuestro país. Esto es, principalmente, que la Justicia chilena no le garantiza un debido proceso y la autonomía e independencia para resolver su libertad. De hecho, según consignó el portal chileno La Tercera, su otro abogado, Raúl Meza, destacó expresamente el uso de esos fundamentos. “Mi representado no desea volver para enfrentar a la justicia chilena porque tiene la convicción, al igual que el ex frentista Apablaza que no se le garantizará un debido proceso, un juez imparcial y una debida defensa, especialmente, considerando que en su caso fue condenado por simples presunciones fundadas de participación en un delito de homicidio que nunca cometió y que jamás se le acreditó durante el proceso judicial algún medio de prueba directo para fundar la imputación penal”, arremetió Meza. “Indudablemente, los abogados de Arancibia desconocen absolutamente cómo fue el caso de Apablaza Guerra y cuál fue su desenlace”, sostuvo al respecto Yanzón, que recordó que “el Gobierno de Macri, después de dos años, resolvió hacer cesar el estatus de refugiado de Apablaza Guerra, justamente con un acuerdo que han tenido (el secretario de Derechos Humanos) Claudio Avruj y sus secretarios con el pinochetismo”. En ese sentido, aunque consideró poco factible que el macrismo acceda al pedido de la defensa del represor chileno, expresó que “todos los que han despotricado contra el refugio de Apablaza son los que hoy van a pedir el refugio de Arancibia”. “Si no lo hacen públicamente, lo van a hacer por abajo”, aseveró el abogado, e ironizó: “Va a ser interesante ver cómo van a resolver esto, después de todos los acuerdos que ha tejido el macrismo con los pinochetistas”.