Un protocolo "para el abordaje de la situación de embarazo en la adolescencia temprana", elaborado de forma participativa por la Subdirección Provincial de Políticas de Géneros e Interculturalidad en Salud, revela ‑entre los datos preliminares‑ que durante 2015 sólo se realizaron cuatro interrupciones legales del embarazo (ILE) a niñas de entre 10 y 15 años, cuando hubo en la provincia 294 niñas que fueron madres a esa edad. El protocolo establece cómo deben actuar los equipos ante esta situación, ya que el riesgo de morir por un parto es cinco veces mayor que cuando son más grandes. Este protocolo es una de las actividades referidas por el subsecretario del área, Oraldo Llanos, ante la consulta de Rosario/12 por la evolución de los derechos sexuales y reproductivos en la provincia en 2016. Si bien se excusó de ofrecer con exactitud montos erogados, Llanos admitió que durante todo el año pasado los insumos del Programa Nacional tuvieron importantes faltantes, obligando a la provincia a comprarlos. El funcionario confió, sin embargo, en que durante enero toda la provisión estaría normalizada, como le prometieron desde el Ministerio de Salud de la Nación. Por otro lado, adelantó que el Consejo Asesor de Salud Sexual y Reproductiva elevó al ministro de Salud de la provincia, Miguel González, una propuesta para reorganizar los equipos de salud, con capacitación en derechos, y para modificar el concepto de objetor de conciencia por el de objetor de práctica, lo que reforzaría que todas las instituciones públicas deben garantizar el acceso de las mujeres a sus decisiones en términos sexuales y reproductivos, tal como está establecido en la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW), que tiene rango constitucional. Llanos subrayó también que el fuerte movimiento contra la violencia sexista que significó el Ni una menos se ve en una mayor demanda ‑y reclamo‑ de prácticas en los distintos niveles de atención, donde muchas usuarias del sistema ya no se conforman con una respuesta evasiva o con una atención que les niegue sus derechos.

‑‑¿Cómo podría caracterizar el año 2016 en términos de acceso a los derechos sexuales y reproductivos, teniendo en cuenta, por ejemplo, que se discontinuó el suministro de métodos desde el gobierno nacional?

‑‑Todos los años son particulares, pero este año vemos que la sociedad, los equipos, empezaron a agendar más situaciones de inequidad, de brecha, fundamentalmente con las mujeres, también con otras expresiones de género, o situaciones vinculadas a niños y niñas, adolescentes. Lamentablemente, hay situaciones en las que nos golpea la realidad: violencia, abuso, trata, complicaciones con los insumos sanitarios que se dieron el año pasado desde el nivel de Nación. Uno entiende que el cambio de administración es complejo para todos, pero en rubros tan sensibles, es muy complicado. Nosotros ya teníamos agendado que podía faltar algo, salimos a comprar, y así todo fue un esfuerzo enorme para tratar de que no se discontinúen determinados insumos que terminan en un embarazo no deseado, porque después nos preocupamos por la interrupción legal, todas las situaciones que genera un embarazo forzado, o violencia. Creo que existió capacidad de la provincia para salir al frente para minimizar esto. Y la decisión política también existió.

‑‑¿Se complicó alguna práctica en particular?

‑‑Hubo algo que para nosotros representaba garantía de derechos, el implante subdérmico. En 2015 habíamos acordado con Nación, que trabajamos, que no nos habían llegado la cantidad que habíamos pretendido, pero se laburó muy bien, muy bien aceptado por la gente y por los equipos, después, de nuevo salimos a terreno, nunca dejamos de estar. Después volvieron a ingresar a la provincia. Esa política pública no la abandonamos, fue un éxito y los indicadores nos plantean eso.

‑‑Entonces, ¿se garantizan todos los métodos anticonceptivos?

‑‑Estamos teniendo una canasta de insumos en salud sexual y reproductiva excelente, que no la inventamos nosotros, sino que lo acordamos con Nación en otro momento, con el otro gobierno anterior y las provincias, nos complicó el tema de la falta... Hicimos mucha capacitación en el territorio. Lo cierto es que los de larga duración te dan la ventaja de que si hay alguna discontinuidad, o un problema, no se te cae esa garantía.

‑¿Cuánto le significó suplantar esos insumos, hoy está normalizada la situación?

‑‑Según la última averiguación de diciembre, que debemos hacer en la dirección provincial que administra las medicaciones, estaría garantizándose. En enero no debería faltar nada.

‑‑¿Qué inversión le significó a la provincia paliar esta falta de insumos?

‑‑No te puedo decir exacto pero en general de un anticonceptivo del más común, lo que llamamos los ciclos que la provincia estaría teniendo que garantizar, estamos hablando de millones de pesos, dos o tres, cuatro o más. Eso en un mes de un tipo de insumos, del más barato.

 

La canasta de insumos en salud sexual y reproductiva es excelente, la acordamos con el gobierno nacional anterior.

 

‑‑Pero la provincia tiene que tener una estimación...

‑‑No es poca plata, para una provincia es poca plata en un insumo de un mes, pero fueron muchos meses de muchos insumos. Nunca había tenido un año tan complicado.

‑‑Eso en cuanto a insumos, pero también existen las resistencias de los equipos de salud a garantizar los derechos de las mujeres, que muchas veces se dan de una manera solapada, silenciosa...

‑‑En cada región son momentos históricos muy distintos. La discusión del anticonceptivo está bastante superada, máxime en el sur de la provincia, y ciudades más grandes. En lugares más pequeños, eso pesa un poco. Por ejemplo, en la pastilla del día después. Hay que seguir trabajando. Ya el tema de los insumos sobre interrupción legal del embarazo, es más compleja.

Llanos apunta temas más allá de las preguntas. "Trabajamos fuerte la mirada de género. El año pasado se trabajó transversal, lo mismo que interculturalidad que nos toca en la competencia. Podemos estar hablando de control prenatal, de insumos de salud sexual y reproductiva, de adolescencia con los equipos, pero siempre parados en la mirada intercultural y de género. Eso fue un laburo fundamental. El control prenatal lo reformulamos en 2016, basado en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salus (OPS), pero se le agregó la variable étnica nuestra, de la provincia", subraya Llanos, a modo de balance propio, en el que incluye la elaboración de un índice de Robson (el que se usa para detectar si hay abuso de cesáreas) "diverso", que incluye a personas de distintos géneros y etnias.

Un tema que el funcionario quiere subrayar es el Protocolo para la atención de embarazos adolescentes. "Desde 2015 empezamos trabajar muy fuerte con adolescentes tempranas de 10 a 15, que cursaban un embarazo. Vos te das cuenta de lo que significa, viendo el tema abuso, trata, y abordar el hecho concreto de un embarazo, el seguimiento, los controles, que se le ofrezca una ILE. Creemos que una niña que no tiene la autonomía necesaria, ni siquiera orgánica para afrontar algunas cosas".

 

Falta tener indicadores. No es azaroso que los indicadores de violencia hacia las mujeres sean de los más olvidados.

 

A Llanos le interesa en especial mencionar que la provincia de Santa Fe estuvo el año pasado en el Simposio Mundial de Investigación en Sistemas de Salud, organizado por la Alianza Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, en Vancouver, Canadá. "Fuimos a informar los resultados de un protocolo que ganamos en 2014, con una propuesta de regionalización de maternidades, la OPS/OMS nos acompañó y se tomó a nuestro caso como leading case, emblemático, en salud perinatal, único en el mundo de gestión. Eso tiene que ver con una gestión cercana a los equipos, podía ser más inclusivo, y muchas cosas más que fuimos mejorando. Y pasamos, en el caso de mortalidad materna, de 2,6 a 1,7, una reducción enorme, que cada vez es más difícil bajarla, porque son causas duras. La mortalidad infantil, la bajamos de 10 a 8. En el primer registro hablamos de cada 10.000 personas y en el segundo, de cada 100.000", relató Llanos. A nivel nacional, el índice de mortalidad materna es de 3,4 cada 10.000.

El otro dato que desde la subdirección está planteando es la colaboración de Salud en el Registro Unico de Violencia hacia las mujeres, que estamos trabajando con muchos ministerios, pero fundamentalmente con Desarrollo Social. Hay que nutrir ese registro, estuvimos trabajando con Nación, porque las encuestas vienen bien, sensibilizan, pero necesitamos cosas con mucho rigor metodológico porque eso nos da justificación, para insumos, para presupuesto, para recursos humanos, para dar cuenta en la discusión más dura de la realidad que estamos teniendo. Faltaba tener indicadores. No es azaroso que los indicadores de violencia hacia las mujeres sean uno de los más olvidados. Es una situación concreta. Sabemos cuánto sale la zanahoria, acá o en Salta, y no sabemos a cuántas mujeres matan con armas de fuego. O el embarazo de las adolescentes tempranas, porque ahí estamos discutiendo que hace la familia, que hacen las instituciones, las confesionales, la escuela. Hay otros actores, nosotros como salud podemos hacer hasta ahí, nos falta mucho para hacer, pero hay otros actores que nos gustaría traer a la discusión, tiene que ver con justicia, con otras cosas.

‑‑¿Los equipos están sensibilizados para reconocer estas situaciones?

‑‑Es una provincia muy amplia, a veces en pocos metros tenés un registro de la realidad y el otro, pero estamos trabajando fuertemente en eso. Estamos viviendo un año que con situaciones muy negativas, a veces positivas, pero otras muy negativas, se ha agendado esto, con movilizaciones, encuestas, el tema llegó hasta lugares donde yo nunca pensé que podían agendarlos, se pone a consideración la vulneración de derechos, no solamente violencias.

‑‑¿A partir del empoderamiento de las mujeres, reciben más demanda?

‑‑¿De garantizar situaciones concretas? Sí, totalmente. Incluso, tuvimos que hacer una relectura de muchas cosas, de decir ¿estamos peor que antes porque tenemos más situaciones conflictivas? No, creemos que somos más inclusivos.

‑‑¿Cuáles son esas demandas?

‑‑Provisión de insumos para ILE, o que no hay un equipo que las acompañe para sostener una decisión que es de la persona. Reclaman eso... También está lo bueno de ver gente que también reconoce después de situaciones más difíciles, te dicen gracias a ustedes yo sigo adelante incluso con la propia vida. Anticonceptivos, el acompañamiento en el momento del parto, esto también es otra línea de trabajo muy fuerte.

‑‑¿Ustedes notan que las mujeres tienen más conciencia de que es un derecho?

‑‑Sí, sí y gran parte de lo instituido también, no todos. Es más, hay gente que tiene opiniones distintas y milita esa otra mirada.

 

Lo importante para nosotros es que cada territorio brinde garantía total de derechos. Tenemos equipos.

 

‑‑Muchas veces se observa que la acción de los grupos fundamentalistas, tiene más que ver con penetrar en los equipos de forma silenciosa que con los grandes discursos.

‑‑Sí, por eso nosotros decimos que gran parte de la tarea que militamos desde nuestro trabajo tiene que ser salir del clóset, porque no a toda la gente le interesa demasiado el otro y sus derechos. Por eso llegamos con un trabajo del Consejo de Salud Sexual y Reproductiva, un trabajo muy importante que nos habíamos comprometido por el Ministerio, de hacer una propuesta. Se trabajó muchos meses con cada organización, colegios, los equipos, se le presentó hace pocas semanas al ministro todo ese trabajo por escrito con una propuesta.

‑‑¿Qué dice la propuesta?

‑‑Interrupción legal del embarazo es lo más fuerte, pero eso deja ver cómo se puede trabajar en los equipos en otras garantías de derechos de género, y dando una mirada de cómo podrían estructurarse equipos de acompañamiento, que podría estar también siendo hecho por el Consejo, como lo es en muchos puntos. Cómo se empodera y habilita a la población. Dejaría de ser la propuesta de objeción de conciencia, sino objeción de práctica, para darle una mirada operativa más fuerte. Estos equipos tienen que garantizar derechos. Lo importante para nosotros es que cada persona en su territorio tenga garantía total. Se lo dimos en mano al ministro. Nosotros confiamos mucho en que sea tomado como insumo formal, con todas las observaciones que se puedan hacer, y más temprano que tarde, esa estructura sea tomada. La decisión nos excede como espacio técnico político.