La canción, su pulso, sus posibilidades; lo que es capaz de descubrir y lo que sugiere. La que transita los aires folklóricos, y también la que sopla otros vientos. La más simple y despojada y la que se viste con diferentes orquestaciones. Todo eso despliega TalloVolar, el bello trabajo con el que Flor Giammarche se lanza a un proyecto solista, después de integrar durante años el trío Aymama y, antes, el dúo Yerba Buena. Este jueves a las 21, la intérprete presentará su flamante disco en Hasta Trilce (Maza 177). Lo hará junto a los colegas con los que lo grabó (Julieta Lizzoli en piano, Pablo Giménez en bajo, Colo Belmonte en percusión), y también con artistas invitados: Nora Sarmoria, Pedro Rossi, Irene Cadario, Victor Carrión, Bruno D'Ambrosio, Damian Verdún, Javier Banchio, Jerónimo Peña, Betiana Charny y Juan Serrano, Juanito el Cantor.

La poesía, el amor en sus distintas formas, la amistad, los derechos, el paso del tiempo y la memoria son, según Giammarche, los ejes que eligió seguir en el repertorio, con varios temas de su autoría, otros de Raúl Carnota, Nano Stern y Luis Alberto Spinetta. Que pueden estar, a su vez, inspirados en un poema de Alejandra Pizarnik, como “No lejos”. O tomar posición y “decir” también eligiendo a Susy Shok como invitada, como en “Amaneciendo silencios” (letra de Oscar Décima y música de Giammarche), que trata sobre la voz de una mujer cantora. “Sentimos que la suya era la voz y la persona ideal para acompañarme a hacer viajar esos silencios amanecidos a versos liberados”, explica en diálogo con PáginaI12 la cantante, guitarrista y compositora.

Y si hay temas que despliegan una cantidad de texturas e instrumentos, como la celebración de la vida “Un gran regalo” (tema de Nano Stern que en esta versión gana toda otra dimensión), en otros, como “Crisantemo”, solo suenan Giammarche y guitarra. “Es la canción que cierra el disco y la única donde no toco la guitarra porque tuve el gusto de estar acompañada por Pedro Rossi. Hacer esta versión de Spinetta tuvo un doble sentido. Primero, homenajear a uno de los imprescindibles de nuestra música. El otro es que Luis la escribió para el documental Flores de Septiembre, que trata sobre los desaparecidos del Colegio Carlos Pellegrini. Y estamos atravesando un momento donde cantarle a la memoria resulta fundamental”, advierte. 

“El nombre del disco es una amalgama de tierra y aire donde conviven pasado, presente y futuro. Este trabajo se nutre de los orígenes, mira al mañana y sobre todo habita un hoy que elige volar en libertad”, agrega Giammarche, y dedica el disco a los músicos independientes. “Porque día a día me motivan e inspiran. Realmente siento que esta música transita un momento maravilloso y es un privilegio sentirme contemporánea de una generación con un alto contenido artístico y una búsqueda que nos acerca, nos expande y nos interpela”, asegura. Así, iniciando una carrera solista pero en un camino que necesariamente es en compañía, se lanza TalloVolar.