El gobierno de Irán criticó ayer a los países europeos por lo que calificó como su escasa reacción ante el atentado que se produjo el sábado en la ciudad iraní de Ahvaz. “¿Cómo es que a estos atentados se les presta tanta atención cuando pasan en Europa pero no así cuando ocurren en otras partes?”, se preguntó el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Bahram Ghassemi, en un comunicado publicado en el portal de la cartera. “En los atentados terroristas no deberían hacerse diferencias entre países, personas y, sobre todo, entre las víctimas”, agregó el vocero.

En el ataque del sábado contra un desfile militar en Ahvaz, provincia de Juzestán, en el sudoeste de Irán, murieron al menos 24 personas. Desde un parque cuatro tiradores dispararon contra la multitud que asistía a este desfile en ocasión de la Jornada Nacional de las Fuerzas Armadas, que conmemora cada año el inicio de la guerra Irán-Irak (1980-1988). Los cuatro miembros del comando fueron abatidos. La agencia iraní IRNA señaló que los muertos no son solo militares, sino también civiles y, entre ellos, un niño de cuatro años. Además resultaron heridas más de 60 personas, muchas en estado crítico. 

Aunque el grupo terrorista Estado Islámico (EI) se atribuyó el ataque, las autoridades de Teherán no lo toman en serio, sino que lo vinculan al grupo separatista Al Ahvaziya. “No tenemos ninguna duda sobre la identidad de aquellos que hicieron esto y a quién están vinculados”, dijo el presidente iraní, Hasan Rohani. “Los países títeres de la región son respaldados por Estados Unidos y Estados Unidos los provoca y les brinda las capacidades necesarias”, agregó Rohani. 

El sábado, una cadena de TV satelital, Iran International, difundió una reivindicación en nombre del grupo separatista Al Ahvaziya, pero en un comunicado publicado en su web, esta organización negó cualquier implicación. Pese a esto, el ministerio de Exteriores de Irán convocó a diplomáticos de Dinamarca, Holanda y el Reino Unido para presentarles una protesta, ya que considera que estos países dan refugio al miembros del Al Ahvaziya. “Los miembros de este grupo que viven en esos tres países deben ser detenidos y entregados a Irán”, exigió el ministerio. “Es inaceptable que los miembros de la Unión Europea no pongan a estos grupos terroristas en su lista negra mientras no perpetren crímenes en territorio europeo”, se quejó Ghassemi. 

El embajador de Dinamarca en Irán, Danny Annan, confirmó que fue convocado y se personó el sábado en el Ministerio de Exteriores de Teherán, según el canal danés TV2, sin dar detalles al respecto. El ministro de Exteriores danés, Anders Samuelsen, condenó ayer el atentado. “No tiene que haber dudas de que Dinamarca condena los ataques terroristas en cualquier lugar del mundo en el que se produzcan”, dijo el ministro en una declaración a la agencia de noticias Ritzau. Samuelsen también respondió a las acusaciones de Teherán de que Dinamarca es uno de los países que dan refugio al grupo separatista. “Si resulta que los responsables tienen conexiones con Dinamarca, obviamente habrá consecuencias”, dijo. 

La cancillería holandesa indicó que había escuchado la versión de Irán y presentado sus condolencias por el atentado, mientras que un portavoz del ministro de Exteriores británico dijo que había tomado nota de la preocupación expresada por Teherán y que, al igual que el representante del Reino Unido, había presentado sus condolencias.

Estados Unidos también condenó el ataque, aunque su embajadora ante la ONU, Nikki Haley, dijo que el presidente iraní, Hassan Rohani,debe abordar por qué su pueblo está protestando antes de culpar a Estados Unidos. En los últimos meses en Irán hubo protestas esporádicas centradas en la difícil situación económica. “Hay mucha retórica por parte de Rohani. Estados Unidos condena cualquier ataque terrorista en cualquier lugar”, dijo Haley hoy a la CNN. “Creo que el pueblo iraní tuvo suficiente, y eso es de donde viene todo esto. Puede acusarnos todo lo que quiera pero lo que tiene que hacer es mirarse al espejo”, añadió.

El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, por su parte, acusó del hecho a lo que llamó una conspiración de los regímenes sostenidos por Estados Unidos en la región. Con ello aludía al archienemigo de Irán, Arabia Saudita, que según las fuentes iraníes financia al grupo separatista para desestabilizar al país persa.

Otros responsables iraníes también se sumaron a la acusación a Arabia Saudita y a dos Estados árabes del Golfo de haber armado o financiado al comando. Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos, es el gran rival regional de Irán: ambos países rompieron sus relaciones diplomáticas en enero de 2016. Los dos países se oponen en varios asuntos en Oriente Medio, sobre todo respecto a los conflictos en Siria y Yemen. Irán mantiene también tensas relaciones con Emiratos Árabes Unidos, al que acusa de participar en la coalición militar bajo mando saudita que combate en Yemen contra los rebeldes hutíes chiítas. Teherán dice apoyar políticamente esta rebelión, aunque no militarmente.