PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
En las elecciones presidenciales nadie puede “permanecer arriba del muro”, habrá que optar entre “la civilización y la barbarie” afirmó Luiz Inácio Lula da Silva en una carta publicada hoy a seis días de los comicios.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) encarcelado desde el 7 de abril por una condena frívola respaldó a su heredero político Fernando Haddad para derrotar al “fascismo” encarnado en Jair Bolsonaro, cuyo nombre evitó citar.
Lula se reunió ayer con el heredero y candidato presidencial en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, para evaluar el cuadro de situación a menos de una semana de la primera vuelta electoral.
“Solo el voto del pueblo va a salvar a Brasil” es el título de la carta publicada en el diario Jornal do Brasil.
El 11 de septiembre Lula, que por entonces tenía el 40 por ciento de intención de voto contra el 20 de Bolsonaro, desistió de presentarse luego de haber sido impugnado por el Tribunal Superior Electoral.
“Mi nombre creció en las encuestas porque el pueblo comprendió que el modelo impuesto por el golpe tiene que ser cambiado. Cesaron mi candidatura de forma arbitraria para impedir la libre expresión popular”.
“Si cerraron las puertas de mi candidatura, abrimos otras con la de Haddad. Es el pueblo el que pone en jaque el proyecto ultraliberal y eso no estaba en el cálculo de los golpistas”, escribió el fundador del PT.
Para derrotar al candidato petista la derecha probó, sin éxito, con diferentes candidatos “y ahora el nombre que les resta podrá ser el de la serpiente fascista alojada en el nido del odio, la violencia y la mentira”.
Desde que fue ungido por Lula, el exalcalde de San, Pablo Haddad, creció aceleradamenete hasta llegar al 25.2 por ciento contra el 28,2 de Bolsonaro, según una encuesta publicada anteayer por la agencia MDA a pedido de la Confederación Nacional del Transporte. En ese sondeo, y en otros de Dafafolha e Ibope, Haddad aparece como vencedor del exmilitar en el ballottage.
En otro tramo de la misiva Lula denostó a los “golpistas” que derrocaron a Dilma Rousseff en 2016. “Fueron ellos los que crearon esta amenaza a la democracia y la civilización.” Y son ellos que deben asumir “la responsabilidad por lo que hicieron contra el pueblo, contra los trabajadores, contra la democracia y la soberanía nacional”.
Impedido de dar entrevistas y grabar spots publicitarios el líder encarcelado se comunica a través de mensajes breves, escritos a mano o cartas que sólo algunos medios publican.
Para agravar su proscripción, el juez de la Corte Luiz Fux prohibió que dos periodistas ingresaran a su celda para entrevistarlo. Y actualizando la censura que había perdido vigor desde la la recuperación de la democracia, el mismo magistrado ordenó que si los reportajes ya hubieran sido realizados, debían ser entregados a la Corte para impedir su publicación (ver recuadro).
Lula cerró su misiva reconociendo que la elección del domingo “será una batalla difícil como pocas, pero estoy seguro de que la democracia saldrá victoriosa. De mi parte, estaré donde siempre estuve, al lado del pueblo sin vacilaciones con amor por Brasil y compromiso con la paz y la democracia”.