Treinta y cinco trabajadores del Ente Nacional de Comunicaciones fueron despedidos entre versiones de que habrá otras cien bajas en los próximos días. Los afectados se enteraron de su nueva condición con el método habitual Cambiemos: al presentarse temprano en la mañana a trabajar, personal de seguridad, listado en mano, les notificó sus cesantías. Acompañados por delegados de ATE, lograron instalarse en el hall del edificio de Perú al 100, donde esperan que se abra una mesa de negociación.

El delegado de ATE Pablo Torres contó a PáginaI12 que los echados son en su totalidad personal bajo contrato. Algunos llevaban diez años de antigüedad en esta condición de precariedad laboral. “Muchos son jefes de hogar o el único ingreso en su familia. Para estos despidos no hubo ningún argumento, ninguna explicación, recortaron sin ningún otro criterio que el de hacer un ajuste. Y lo hicieron en momentos en que está abierto además un retiro voluntario”. 

En el hall del Enacom, la situación era de total incertidumbre. Para los afectados no hubo ninguna lógica en la selección de los despedidos, ya que cumplían funciones diversas y pertenecían a áreas distintas. Hasta ayer a la tarde no habían definido medidas de protesta, ya que su idea era primero agotar todas las instancias posibles de revisión de la medida. 

Si bien no les permitieron ocupar sus lugares de trabajo, sí pudieron atravesar la línea de molinetes utilizados para fichar los ingresos y egresos diarios. “Viajo 100 kilómetros por día y hoy, al llegar, me dijeron que estoy en una lista y no podía laburar. La verdad, todavía no lo puedo creer”, comentó allí uno de los cesanteados.

El Enacom es un ente autárquico. Encargado de la regulación y el control de las comunicaciones –bajo su órbita están los servicios de internet, la telefonía fija y móvil, la radio, los envíos postales y la televisión–, el organismo tiene una planta de 2400 empleados distribuidos a lo largo del país. El macrismo ya lo sometió a dos tandas de despidos, una apenas asumió el gobierno nacional y otra el pasado diciembre. Sin embargo, ATE denuncia que tras los despidos iniciales el Gobierno designó unos 700 nuevos empleados, parte de ellos en calidad de asesores. 

Los 35 nuevos despidos son los primeros de la gestión como titular del Enacom de Silvina Giudici, ex diputada radical y ex legisladora PRO, aunque más conocida por su rol de activa opositora, durante el kirchnerismo, a la ley de medios.

“Los despidos reflejan la voluntad de desguazar el Enacom. Todo lo que está pasando con este Gobierno tiene un blindaje mediático, y este ajuste va en la dirección de debilitar todavía más cualquier control. Todos los despedidos cumplían funciones, tenían tarea, concurrían todos los días a trabajar. Acá no hubo ningún tipo de criterio más que achicar, ajustar, despedir y seguir poniendo el organismo al servicio de los grandes medios de comunicación”, denunció Alejandro Tsusinky, delegado general de ATE en el Enacom.

Rodrigo Ramos, de la agrupación Naranja de ATE, coincidió en que “hay un vaciamiento de las funciones del organismo. El anterior titular del Enacom, Miguel de Godoy, avaló la fusión de Cablevisión y Telecom, y en el mismo sentido ahora se busca debilitar las posibilidades de control sobre grupos que son monopólicos”. 

La noticia de que se preparaban estos despidos circulaba desde fines de agosto. Por eso el 31 de ese mes hubo una asamblea en la que participaron cerca de 600 trabajadores. Aunque no hay precisiones sobre cuántos serán finalmente los cesanteados, de manera extraoficial se habla de un listado con cien nuevas desvinculaciones para las próximas horas. El plan de dotaciones óptimas elaborado por el Ministerio de Modernización (hoy secretaría) “recomienda” la reducción de 700 puestos de trabajo en el organismo.

En diciembre pasado, luego de una tanda de 120 telegramas, el edificio fue ocupado por 36 horas y algunos de los trabajadores lograron ser reincorporados.