Con el visto bueno de la Comisión de Gobierno, avanza en el Concejo Municipal el polémico megaproyecto inmobiliario en la manzana 125 (Córdoba, Corrientes, Rioja y Paraguay). Para llegar al recinto, la iniciativa del desarrollador Aldo Lattuca, acordada con el Ejecutivo, deberá sortear ahora el último escollo en la Comisión de Ecología. Allí es donde la iniciativa, un complejo de tres torres, una de 25 pisos, otra de 23 y una de 12, con cocheras y paseo comercial, encuentra mayores resistencias, ya que varios ediles que la integran advirtieron sobre el impacto ambiental de la obra. El Taller Ecologista advirtió que “no se ha requerido por parte del Concejo ni de la Municipalidad, de un estudio que analice el impacto ambiental que semejante obra causará”. Para la organización ambientalista, “es previsible que, de realizarse, este proyecto genere más caos vehicular, privando a los vecinos del derecho a un ambiente sano y del acceso al sol”.

Tanto los concejales del oficialismo como los de Cambiemos ya dieron el ok para tratar y aprobar el megaproyecto si obtiene despacho en la Comisión de Ecología y llega al recinto. El mensaje del Ejecutivo, donde se definen indicadores urbanísticos del Plan de Detalle de Reconversión del Área de Reserva Manzana 125, tuvo luz verde en Planeamiento hace algunas semanas, y el pasado martes en Gobierno donde su titular, María Eugenia Schmuck (Radicales Progresistas), Horacio Ghirardi (PS), Roy López Molina y Gabriel Chumpitaz (PRO) votaron a favor, con argumentos que vienen sosteniendo desde que la iniciativa llegó al Palacio Vassallo no exento de polémicas.

Cabe recordar que los ediles de Ciudad Futura denunciaron que el expediente fue caratulado para ser tratado solamente en la Comisión de Planeamiento, y luego de fuertes discusiones lograron que sea reconsiderado para que además se debata en las comisiones de Gobierno y Ecología. "No tenemos dudas de que la construcción de tres megatorres en Corrientes y Córdoba deben tener un tratamiento en estas comisiones, nos parece una falta de respeto que tenga solamente la Comisión de Planeamiento", había manifestado la edila de Ciudad Futura, Caren Tepp, quien junto a Norma López (FpV), y Marina Magnani (Unidad Ciudadana), votaron en contra el pasado martes.

Ahora, el expediente pasó a la Comisión de Ecología, cuyo titular es Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario), y que integran los oficialistas Pablo Javkin y Verónica Irízar, y Carlos Cardozo (PRO), quienes avalan el proyecto, y Juan Monteverde (Ciudad Futura), Celeste Lepratti (FSyP) y Eduardo Toniolli (PJ) que adelantaron su rechazo.

“Necesitamos de un estudio de impacto ambiental para emitir opinión”, remarcó Miatello a Rosario/12. El edil explicó que el expediente fue a Ecología porque específicamente una de las funciones de la comisión es analizar el impacto ambiental de las obras públicas y privadas, y no hay muchos antecedentes de proyectos que hayan pasado por esa comisión. “Eso ocurre por distintas razones, pero principalmente porque caratula la mayoría, y acá la mayoría viene funcionando, si vemos cómo se votó en Planeamiento y Gobierno, por un acuerdo entre el socialismo y el PRO, y el cambio de carátula se dio en una circunstancia especial porque ese día tuvimos una mayoría”, recordó el edil justicialista. 

Sobre el megaproyecto, Miatello opinó:  “Tiene cosas interesantes, si vemos que allí hay una playa de estacionamiento de cemento enorme en el medio del centro. En principio, un proyecto que contemple viviendas uno lo puede mirar, más allá de que hay cosas que se puedan mejorar. Lo que hay que ver si el impacto ambiental es razonable o no, teniendo en cuenta que estarán durante cuatro años o más construyendo, eso también tiene un impacto que hay que medir”. El concejal entiende que “la ecología también incluye a lo social, de manera que si esto genera mano de obra, posibilidades de viviendas, no soy un obtuso que me niego a todo adelanto, pero hay que ver bien todo”.

Desde el Taller Ecologista señalaron que “un proyecto de esta magnitud debería contar con un mayor debate, convocando a distintos actores, como vecinos y vecinas, profesionales y organizaciones de la sociedad civil. Se alterarán fuertemente los criterios que venían guiando el desarrollo urbano en el área central sin estudios que justifiquen esta decisión”, y que “los argumentos acerca de la necesidad de construir más viviendas en el área central no se condicen con la letra del proyecto que garantiza muy poco al respecto, ni se ha expuesto ningún estudio que verifique que se trata de un problema real y analice cuáles son sus causas”.

Finalmente, consideraron que “sumado a las ganancias convencionales por una inversión inmobiliaria, en este caso, a cambio del volumen excepcional que se le autoriza a construir, la empresa obtendrá ganancias extraordinarias que se pueden estimar en 20 millones de dólares. Por su lado, la Municipalidad recibirá una compensación de apenas 500.000 dólares. Ganancias para pocos, perjuicios para muchos”.