Los taxistas fueron ayer a la Comisión de Servicios Públicos del Concejo para pedir una urgente actualización de la tarifa. El incremento requerido por los representantes de los gremios y las cámaras de propietarios de licencias, explicaron, tiene el objetivo de cubrir el incremento del GNC.

Los taxistas proponen un aumento de 13 por ciento para el servicio diurno y un 11 por ciento el nocturno que llevaría la bajada de bandera diurna a 43 pesos y la ficha a 1,90, la bajada de bandera nocturna a 48 pesos y la ficha a 2,20 pesos.

“Particularmente, el incremento lo pedimos  por el aumento del GNC, ya que nos cuesta el 20 por ciento en bruto de lo que recaudamos por día, por lo que resulta inviable seguir funcionando. Pedimos cubrir ese desfasaje”, señaló José Iantosca de Catiltar, quien por otra parte exigió a la Municipalidad que controle las remiserías ilegales.

El dirigente recalcó que “el problema más grave en el servicio de taxis es estructural. Un auto cuesta 500.000 pesos. El costo implicaba  entre 12.000 y 15.000 dólares. Antes se rompía el carburador, lo limpiábamos y seguíamos trabajando. Hoy se rompe la computadora y  hay que pagar 50.000 a 60.000 pesos, instalar el GNC cuesta 45.000 pesos, mantener un chofer cuesta el 35% más un 20%  en lo concerniente al costo operativo de lo que se recauda en bruto en el GNC y si a eso le sumamos  el 20 % del consumo del GNC se hace inviable seguir funcionando”.

“Se viene un momento económico muy complejo. Seguimos muy de cerca lo que está pasando a nivel económico y vamos a tratar de encontrar una solución utilizando la racionalidad”, planteó la concejala Verónica Irízar (PS).