La primera audiencia del juicio a la excúpula de Seguridad de Río Negro, por las muertes de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, provocadas durante la represión del 17 de junio de 2010 en Bariloche, evocó en parte el clima de tensión de aquella fecha. Los defensores de los acusados reclamaron el apartamiento del fiscal del juicio, Martín Lozada. Pero se trató de bombas de estruendo: la recusación ya había sido pedida en 2016 y Lozada había sido confirmado. El Tribunal del juicio trató de extemporáneos a los defensores. Hoy continúan las audiencias con la posible declaración de los imputados.

Sentados en el banquillo, Víctor Cufré, exsecretario de Seguridad y Justicia rionegrino; Jorge Villanova, exjefe de la policía provincial; y Argentino Hermosa, ex jefe de la Unidad Regional Tercera de Bariloche, que es la que tuvo participación directa en la represión. Además, figuran como acusados los policías Víctor Pil, Marcos Epuñan y Víctor Sobarzo, por la muerte de Cárdenas, y Fidel Veroiza y Jorge Carrizo, por la de Carrasco.

Del lado de la acusación, el fiscal Martín Lozada, y la abogada querellante Marina Schifrin.

La madrugada anterior, el pibe Diego Bonefoi, de 15 años, fue baleado en la nuca por el policía Sergio Colombil en uno de los barrios más humildes de la ciudad. La investigación fue iniciada por Martín Lozada, por entonces juez (el fiscal se mostraba algo inoperante). Pocas horas después, el lado humilde de Bariloche, el que no aparece en las postales del lago, se levantó para apedrear la comisaría 28, tomar el centro y pelear palmo a palmo contra los uniformados. “Se salió a reprimir, utilizando armas no letales, como balas de goma, gases lacrimógenos y bombas de humo”, explicó en aquel momento Hermosa. La muerte de Sergio Cárdenas, de un balazo en el estómago, unas horas después, llegó para poner en duda la “no letalidad” de las armas policiales.

Ayer, al pedido de los abogados Sebastián Arrondo y el defensor oficial Marcos Cicciarello, de apartamiento de Lozada, los jueces Marcelo Barrutia, Juan Lagomarsino y Emilio Riat respondieron que Lozada había intervenido pero en el otro caso, Bonefoi; también señalaron que el pedido ya había sido hecho hace dos años y Lozada había sido confirmado.