Ernesto Mattos *

“Una bomba de tiempo”

“El elemento principal del anuncio que realizó el Presidente, vinculado con limitar en un 10 por ciento el límite de aumento de la cuota por encima del salario, implica reconocer que este año habrá una pérdida del poder adquisitivo de al menos ese porcentaje. El tema de fondo con los créditos UVA radica también en los plazos y la actualización del capital, el cual también indexa por precios. Hay que ver en este límite del 10 por ciento cuánto va a trasladarse a mayores plazos la actualización del capital, más allá de la cuota; es decir, cuál va a ser el impacto en los términos del incremento del remanente total de la deuda. Es una discusión que no se terminó de aclarar. Es preocupante para quien tomó un crédito a 30 años. Lo que más le inquieta a esta gente es lo que suceda con el capital. Era una bomba de tiempo que le iba a explotar al Gobierno en cualquier momento. Esto es un paliativo mientras la gente se sigue empobreciendo. Para los que ingresaron representa una mejora en las condiciones pero desde una situación ya muy crítica y es poco probable que esto permita volver a impulsar este tipo de préstamos. Es por eso estamos viendo una vuelta a créditos del gobierno anterior, como el tema de reincorporar el ProCreAr, mientras se avanza también en regular el precio de los alquileres. El Gobierno está viendo que el tema habitacional, lejos de mejorar, empeoró en los últimos meses. Este año se acumuló un 40 por ciento de alquileres que no se renovaron, lo que representa un mayor porcentaje de viviendas ociosas”. 

* Economista del Centro Cultural de la Cooperación (C.C.C).


Hernán Letcher * 

“Patea para adelante”

“En primer lugar hay un reconocimiento explícito del Gobierno de que la situación de los acreedores hipotecarios UVA es una problemática sensible pese a que los funcionarios lo vendían como un mecanismo maravilla. Fueron promovidos por el Gobierno en innumerables publicidades hasta hace poco y recién ahora se reconoce el problema de aquellos que tomaron estos créditos. En términos concretos, si el gobierno piensa que la suba de los salarios contra la inflación, es decir la pérdida de poder adquisitivo, va a ser de al menos 10 por ciento, la problemática de aquel que tomó el crédito no se circunscribe al pago del compromiso sino a que se deterioran sus condiciones de vida en general, porque está perdiendo una parte importante de sus ingresos. Es un parche dentro del problema que enfrenta a diario en su economía doméstica, con lo cual no le termina de resolver el problema. En el Congreso se presentaron distintas alternativas para ayudar a los tomadores de estos créditos. Una de ellas era ponerle un tope a la relación CVS-CER (coeficiente salarial y precios) y fijarle un techo también a la tasa de interés dentro del préstamo. El anuncio no contempla un límite a la tasa, con lo cual, en definitiva, si se da el peor de los escenarios, una pérdida fenomenal en el poder adquisitivo, ni siquiera se piensa reducir la tasa. En definitiva, no resuelve el problema sino que lo patea hacia delante”.

* Economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).