Después de la represión policial, duramente cuestionada por las organizadoras del 33º Encuentro Nacional de Mujeres, el Obispado de Comodoro Rivadavia emitió un comunicado sentando posición sobre los hechos ocurridos al finalizar la marcha del domingo.

El mensaje, que lleva la firma del obispo de Comodoro Rivadavia, Joaquín Gimeno Lahoz, y de los obispos auxiliares Alejandro Benna y Roberto Pío Alvarez, abre con un mensaje a la reflexión, pese a que se piense diferente, pero dos párrafos después, agradece la intervención policial en cuya mano estuvo la brutal represión.

El mensaje sostiene que “la diócesis de Comodoro Rivadavia considera que un encuentro de reflexión siempre es una instancia a valorar y más aún cuando es un encuentro de mujeres, cuya palabra muchas veces es acallada o minusvalorada.”

Los obispos continúan aclarando que “aunque la temática de los talleres no nos deje, en general, espacio para debatir otras perspectivas por tener posturas muy definidas, nos parece que siempre es necesario respetar las opiniones de los demás, y más aún de un colectivo que ya tiene tantos años.”

Luego se vuelcan al análisis de los hechos, en los que sostienen que “los gestos de violencia han sido acciones aisladas”. 

Los obispos en este punto aclaran y fijan su posición cuando agregan sobre dichas “acciones aisladas, sin mayores consecuencias gracias al actuar oportuno de la policía.”

Las organizadoras responsabilizaron al gobierno provincial de Mariano Arcioni, y al ministro de Seguridad, Federico Massoni. Fueron detenidas diez mujeres, luego liberadas con causas penales abiertas, “daños agravados”, a tres,  e “incendio y resistencia a la autoridad”, a las siete restantes. Se registraron además, al menos, cinco mujeres heridas con daños en la cabeza y dos periodistas (una de ellas, Cynthia Castoriano, integrante de Manifiesta, cooperativa de comunicación feminista y productora de la Universidad Nacional de General Sarmiento).

Después de agradecer la acción policial, los obispos señalaron que “verificamos de nuevo la dificultad que tenemos de atemperar los ánimos, para ponderar las opiniones y los juicios, para evitar las desautorizaciones que muchas veces son el caldo necesario para el actuar de los violentos.” Y cierran con una cita: “‘Amar a todos sin excluir a nadie, aborrecer el odio y construir la paz’”.