Como todos los días, Vanesa Oddi recorría ayer las diez cuadras que separan su casa en las afueras de Sauce Viejo –una ciudad satelital de la capital provincial- con la parada del colectivo. Como siempre, también, llevaba su pañuelo verde anudado en la cartera. Iba respondiendo un mensaje en el celular cuando empezó a escuchar gritos que se le acercaban. Era una voz femenina que le decía “tortillera, asesina, son una vergüenza, habría que matarlas”. La agresora iba junto a un hombre y dos criaturas. En un momento, Vanesa se dio vuelta y dijo: “Señora, yo no la estoy insultando ni gritando”. La reacción de la mujer fue intempestiva: intentó sacarle el pañuelo. Vanesa maniobró para proteger su cartera. El hombre se le fue encima, le tiró una trompada que “no fue fuerte”, pero le hizo sangrar la nariz. A medida que esto pasaba, un grupo de gente intercedió para interrumpir la agresión. “Las caras de la pareja no la recuerdo, pero no me voy a olvidar en la vida de esas dos criaturitas llorando para que no me pegaran”, contó Vanesa a Rosario/12.

Entre la gente que estaba en la calle no hubo indiferencia. Vanesa subrayó que “fueron muy amorosos, y el que tuvo un muy buen papel fue el colectivero, separando sobre todo al hombre que estaba excitado con la situación. Una señora me dio agua. Después, cuando subí al colectivo y me ofrecieron llamar a alguien, pero les dije que se quedaran tranquilos, porque yo, al bajar del ómnibus, estoy a dos cuadras de mi trabajo”, relató la mujer.

Militante socialista y feminista, Vanesa tenía una reunión con otras compañeras, del Frente por la ESI y también con impulsoras del cupo laboral trans. Cuando llegó, se largó a llorar. Cuando relató lo sucedido, supo una vez más que “estamos para nosotras” no es un slogan. Durante todo el día de ayer recibió cientos de mensajes de solidaridad, de feministas, compañeros y compañeras de militancia en el socialismo y, entre otros, del ex gobernador Antonio Bonfatti y la ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué. Vanesa fue secretaria de Políticas Sociales de la provincia, y tuvo a su cargo las áreas de Niñez, Género y Diversidad Sexual. También fue concejala en Santa Fe.

En la capital provincial, la violencia antiderechos escala: el 8 de agosto, frente a la Catedral, militantes del partido neonazi Bandera Vecinal atacaron a activistas de Juntas y a la Izquierda. Pocos días después, dos jóvenes cortaron a una adolescente en la calle, también como reacción a su pañuelo verde. “Lo llamativo es que uno piensa que estas cosas pasan en las grandes ciudades, pero a mí me ocurrió en un lugar casi rural”, planteó Vanesa.

Entre las cosas que le dijo la pareja que la agredió, Vanesa detectó ataques puntuales. “Se ve que son militantes antiderechos con mucho conocimiento, porque nombraban lo del Encuentro, decían paseándose en tetas, y cagando en la calle, incendiando… Es decir, todo lo que los medios hegemónicos publicaron sobre el Encuentro”, contó Vanesa, que anteanoche recién llegó a su casa de regreso, tras viajar a Trelew para participar del 33 Encuentro Nacional de Mujeres. “Por eso escribí en las redes que ni siquiera una cosa así va a empañar mi alegría, porque fue un Encuentro tan maravilloso, y eso que fui a varios. Volví conmovida, sobre todo de la marcha. Recorrimos lugares que no siempre se recorren, en los barrios había casas sororas, gente que salía a ofrecernos agua y el baño. Sentimos que no estamos solas”.