Raúl Zaffaroni se refirió ayer a la situación del país y consideró que “estamos ante la posibilidad de un colapso”, algo que definió como “previsible”. Para el ex juez de la Corte Suprema, “el objetivo del plan económico fue endeudar al país y lo han endeudado”, en un contexto en el que “el poder lo tienen los CEOs de las multinacionales del capital financiero no productivo”. En ese sentido, opinó que hay un “totalitarismo financiero” que afecta a todos los países y como consecuencia de ello “se vacía la política a favor del endeudamiento y así se vacía la democracia”.

A su juicio, “este Gobierno ha tenido la tarea de endeudar al país”. Hizo mea culpa porque “pasó lo que pensaba que iba a pasar, pero fue más rápido, me sorprendió”. Zaffaroni estimó que “nos deja en la misma situación de 2001 en apenas dos años y medio de gobierno, cuando “al 2001 llegamos después de varios años de endeudamiento”. No dudó en afirmar que “hipotecaron el país en forma astronómica”.

Sobre la actuación del Poder Judicial, el ex juez dijo que “hay un sector de la Justicia Federal que opera” y que “el resto es culpable por omisión, el desprestigio de unos pocos se lleva puestos a todos”. Consideró que “el sector que opera llegó a límites como la coacción” con el uso de las prisiones preventivas. Categórico, manifestó que “la Constitución dice que no se puede declarar en contra de uno mismo, pero vemos casos en los que si no se autoincriminan van a prisión; eso es nulo, hay abuso de autoridad”.

Respecto de la causa de los cuadernos opinó que “pasa algo extraño”, porque “se involucra al empresariado” y alertó: “No asumiré la defensa de nadie, pero este empresariado, que tiene sus cosas oscuras, pero es el único que tenemos. Ojo con desarmarlo, una cosa es emprolijarlo, pero si se lo desarma no vendrá el socialismo, sino las transnacionales”. En esa línea dijo que “se desarmarían empresas cuya renta queda en el país y dan trabajo”.

También opinó sobre el caso de Sheila Ayala. Afirmó que “la mayoría de los delitos sexuales son intrafamiliares” y es “muy difícil cuantificarlos”. Asimismo, “recorre distintas clases sociales”.

Celebró el acto de sindicatos y organizaciones sociales en Luján. “Es bueno que se manifiesten, es catarsis y evita la violencia”. Remarcó que “detrás de lo que vivimos hay un totalitarismo aberrante” que busca “manejar a la gente con reglas de mercado”, con una responsabilidad “en los medios hegemónicos y monopólicos que hacen circular discursos  que terminan en Bolsonaro”.

Finalmente, por Radio 10, habló sobre el conflicto en la Corte Suprema entre Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz. “Sé lo que pasa por los diarios”, expresó. “Se perdieron los modos, aunque no sé qué pasa adentro”, dijo, y recordó que en sus tiempos en el máximo tribunal “teníamos diferencias pero siempre las arreglamos dentro para mantener la imagen”.