En tiempo de crisis, como el que atraviesa la Argentina en la actualidad, suele incrementarse la búsqueda de un salvavidas milagroso que aleje la malaria y por lo general se recurre a billetes de loterías, quinielas y todo tipo de concursos que aparezcan por ahí. Es probable que ésta sea una de las razones que llevó a Patricia Bullrich a publicitar un concurso que organiza y promociona el Ministerio de Seguridad que ella conduce. Sin embargo, en esta oportunidad el premio no será en metálico y, una pena, no incluirá la estadía en una playa paradisíaca. En este caso, Bullrich ofrece a cualquiera persona competir por ser parte de un grupo selecto que presenciará la quema de las drogas que la ministra suele decomisar en publicitados operativos de las fuerzas de seguridad. 

La quema no será al aire libre sino en hornos especiales para la ocasión. Tal vez lo que pretenden los funcionarios de Seguridad es que no ocurra como con aquella quema de marihuana que se viralizó en las redes donde mostraba al cronista cómo se modificaba su conducta ante la inhalación del intenso humo de la marihuana calcinada.

Sin duda que el concurso para presenciar la destrucción de droga es poco habitual y tal vez redunde en mejor publicidad para la tarea de la ministra que tuvo que enfrentar a principio de este año que ratas "se comieran" 540 kilos de marihuana decomisada y guardada en un galpón de la localidad bonaerense de Pilar.

Es probable también que esta estrategia le sirva a la ministra Bullrich hacer humo la crítica que recibió de la diputada Elisa Carrió cuando dijo que a la funcionaria "le ponen droga para que la encuentre, pero el negocio sigue". Bullrich no respondió a ese comentario o, en todo caso, lo está haciendo con este concurso que aporta a esa tesis que sostiene que ante la falta de pan mejor es el circo y, por qué no, el humo: