Seis de las 16 víctimas de femicidio que hubo en la provincia de Santa Fe, entre enero y octubre de este año, murieron a causa de quemaduras. El dato se desprende del informe del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres, de la Subsecretaría de Políticas de Género, elaborado en el marco del próximo 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres. La investigación incluye travesticidios y transfemicidios. Como consecuencia de esos crímenes de odio, 24 hijos e hijas quedaron sin madre. Las región de Rosario lleva la delantera, con siete femicidios. En tanto, se indicó que durante el mismo período, 129 mujeres con 144 niños y niñas transitaron por la Red de Casas de Protección y Fortalecimiento.

Ante la cercanía con la fecha que sacará nuevamente a la calle al movimiento que reclama “ni una menos, vivas nos queremos”, el informe de la Subsecretaria provincial a cargo de Gabriela Sosa contiene la totalidad de los casos relevados, caratulados como femicidio o “muerte dudosa, bajo sospecha de femicidio, en base a la acusación que define el Poder Judicial en la audiencia imputativa”, señala el estudio.

En lo que va del año, hubo 11 femicidios, de los cuales uno es travesticidio; y cinco muertes de mujeres que aún están en investigación, entre las que también hay un travesticidio. El Observatorio arrojó que “el 53 por ciento de las imputaciones fueron caratuladas como homicidio calificado por el vínculo y como homicidio calificado donde mediare violencia de género”. También se observa una imputación como “femicidio no íntimo” por no existir una relación previa de pareja o expareja pero que es una muerte que se da “en contexto de violencia de género por el solo hecho de ser mujer, y mantener una relación desigual de fuerza, en una situación de robo y venganza”.

Entre los detalles más espeluznantes que brinda el estudio, se indicó que el 38 por ciento de los femicidios fueron a causa de quemaduras. Le siguen las muertes con arma blanca, golpes, asfixia y uso de arma de fuego.

Entre las víctimas totales, el 63 por ciento tenía entre 18 y 30 años; el 35 por ciento, fue atacada por su pareja conviviente; y el 23 por ciento, por una ex pareja.

El informe también da cuenta de que no hay un momento del día más usual para la agresión; pero sí está claro que la casa sigue siendo el lugar más peligroso para las víctimas de la violencia machista, ya que en más del 50 por ciento de los casos es donde las matan. Los lugares descampados también son escenario de casos.

Para dar cuenta de estos datos, los equipos trabajan a partir del protocolo para situaciones de femicidios o posibles femicidios,

elaborado con la Mesa de Familiares de víctimas de femicidios y con los avances que realiza el Poder Judicial en las investigaciones.

El observatorio fue creado por la ley provincial 13.348 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Tiene como misión, el monitoreo, recolección, producción, registro y sistematización de datos e información sobre la violencia contra las mujeres, a través del desarrollo de un sistema de información permanente que brinde insumos para el diseño, implementación y gestión de políticas públicas tendientes a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.

Entre otras acciones, desarrolla el Registro Único de Violencias hacia las mujeres. “Contar con información es un elemento clave para que cada institución pueda profundizar el cumplimiento de sus funciones. Consideramos que la publicación sistemática de datos de femicidios debe ser realizada con celeridad y periódicamente desde el Poder Judicial que en sus análisis, investigaciones y sentencias deberá incluir y fortalecer la perspectiva de género”, aseguraron desde la Subsecretaría.