El juez federal de Reconquista Aldo Alurralde separó ayer de la custodia de su juzgado a la Policía Federal y ordenó el allanamiento a la sede local de esa fuerza al constatar el robo de cigarrillos bajo custodia dentro de un camión que había sido incautado. El magistrado puso en la mira a ocho efectivos federales luego de que el vehículo que estaba bajo su custodia fuera violentado, y perdiera 38.500 atados de cigarrillos de su carga.

En diálogo con LT8, el juez Alurralde explicó: "Hubo una serie de irregularidades que se están investigando", entre las que se encuentra el "traslado del vehículo a un lugar no habilitado sin dar conocimiento al juez y de las mercaderías secuestradas que culmina luego en un aparente robo". Es que el camión estaba en el predio que Vialidad Provincial prestara al municipio para que guardara vehículos retenidos por infracciones de tránsito. Pero antes, el transporte con la carga había estado en el galpón de la Cooperativa Forlín Unidos, siempre bajo custodia permanente de los agentes federales

El hecho que se investiga ocurrió el 7 de septiembre en la ruta 11. En el procedimiento se decomisaron 1450 cajas con atados de cigarrillos de contrabando.

"Aduana estuvo a punto de destruir esa carga, pero se postergó porque la Federal no le estaba brindado el apoyo para hacerlo", rememoró el juez. El camión fue llevado a un predio de la Policía Federal. Días después, "el jefe de la delegación me informa que habían observado la rotura del precinto aduanero, e inmediatamente yo ordené que se constituya otra fuerza allí y haga un conteo de todas las cajas de cigarrillos", relató Alurralde. Resultó que faltaban 77 cajas. Por ende, "hay una investigación en curso para saber si las cajas fueron robadas en ese predio o si el camión ya había ingresado con ese faltante", informó el juez federal.

La Federal pasó a disponibilidad a ocho de sus hombres y se dispuso que Gendarmería se haga cargo de la subdelegación policial hasta que se designen nuevas autoridades.

El juez cambió de depositario. Ya no es la Federal sino la Brigada Antinarcóticos IX de la Policía provincial, cuyo personal allanó por esto un salón de fiestas y la misma sede de la Policía Federal, donde secuestraron los libros de guardia y otra documentación para analizar.