La mujer en la Luna 

1929 Fritz Lang

Uno de los primeros blockbusters de la historia del cine,Viaje a la Luna, del francés George Méliès, se mantuvo en cartel durante varios años luego de su estreno en 1902. De allí en más, los viajes al espacio exterior, al satélite terrestre y a otros planetas del sistema solar fueron reflejados por la imaginación en incontables películas realizadas durante el período silente. La epopeya sci-fi futurista Metrópolis, de Fritz Lang, fue seguida un par de años más tarde por este relato escrito por Thea von Harbou, esposa y colaboradora del realizador. Un film épico de dos horas y media de duración que, según cuenta la leyenda, fue el que utilizó por primera vez la famosa cuenta regresiva, empleada luego de manera sistemática en cada despegue de un cohete hacia el espacio, tanto en la ficción como en la vida real. La misión es la búsqueda de oro en la superficie lunar; más allá de ese punto de partida insólito, La mujer en la Luna está atravesada por una gran cantidad de datos y discusiones científicas, aunando de esa manera la aventura con los duros axiomas de las ciencias exactas. E incluye, como el título lo indica, a una mujer entre las pioneras de la carrera espacial cinematográfica.


2001: Odisea del espacio

1969 Stanley Kubrick

Clásico de clásicos de la ciencia ficción fílmica, el viaje que propone la película de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke va mucho más allá del infinito, pero la secuencia lunar tiene una relevancia mayúscula. Estrenada apenas un año antes del alunizaje del Apolo 11, la historia imagina un futuro donde los viajes tripulados al satélite natural pueden realizarse de manera segura y confortable. Es, desde luego, el descubrimiento de un extraño monolito de color negro profundo, enterrado en las profundidades de la cenicienta tierra selenita, el elemento que permite el viaje más allá de los confines del sistema solar. La fuerza de las imágenes de 2001, hasta el día de hoy impactantes por la calidad de los efectos visuales, dio a luz varias teorías conspirativas que incluyen al director de El resplandor y La naranja mecánica como el principal responsable de poner en escena, en un set de cine, la travesía de los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins. La fuerza de la evidencia científica y los viajes posteriores de la misión Apolo no tuercen la opinión de los convencidos: para ellos, Kubrick dirigió la mayor falacia histórica del siglo XX.


Los elegidos de la gloria

1983 Philip Kaufman

Antes de la misión Apolo e incluso de Gemini, existió Mercury, el primer proyecto de la Nasa diseñado para poner en órbita al ser humano. Un año después de que la Unión Soviética lanzara al espacio el Sputnik 1, primer satélite artificial de la historia, el 4 de octubre de 1957, los Estados Unidos declararon la guerra espacial, iniciando un desarrollo tecnológico y humano que terminaría con la primera visita a la Luna, el 20 de julio de 1969. Basado en la novela de investigación de Tom Wolfe, el largometraje de Philip Kaufman –uno de los evidentes modelos narrativos de El primer hombre en la Luna– narra a los largo de más de tres horas los procesos, victorias y reveses de ese derrotero, como así también las vidas privadas y profesionales de los primeros viajeros espaciales, aquellos que tenían la “cosa correcta” para jugarse la vida en los primeros aviones propulsados por cohetes. Y que, muchas veces, eran seres humanos complejos, con zonas grises e incluso oscuras. El notable reparto de la película, ganadora de cuatro Oscars, incluye a Sam Shepard, Scott Glenn, Ed Harris, Dennis Quaid, Fred Ward y Barbara Hershey.


Para toda la humanidad 

1989 Al Reinert

Tal vez el documental definitivo sobre las misiones Apolo, incluida aquella que terminó apoyando las garras del águila sobre el polvoriento suelo lunar. Dirigida por el periodista devenido realizador Al Reinert (quien unos años más tarde escribiría el guion de Apolo 13) la película incluye una imperdible cantidad de material de archivo de la Nasa, registro de todos los viajes de hacia la Luna desde 1968 hasta 1972. La narración está compuesta por los audios originales de las comunicaciones entre los astronautas y los responsables en la Tierra, conformando una suerte de travesía única que incluye a todos aquellos que formaron parte de las diversas odiseas. En cierto momento, uno de los astronautas que debe quedarse en órbita admite la envidia que siente por sus dos compañeros, saltando alegremente en la Luna. También afirma que debe estar preparado para regresar solo ante una circunstancia adversa. Nada de eso ocurrió, afortunadamente, pero la confesión permite imaginar un posible villano de un film de aventuras espaciales hecho en Hollywood.


Apolo 13 

1995 Ron Howard

La película que inmortalizó la frase “Houston, tenemos un problema”, utilizada cotidianamente –y, generalmente, de manera irónica– en el mundo entero. Tom Hanks encarna a Jim Lovell, uno de los tres viajeros del Apolo 13, la única de las siete misiones tripuladas que no logró alunizar, luego de que la explosión de un tanque de oxígeno pusiera en riesgo mortal a los tripulantes. La película de Ron Howard recrea fehacientemente, y con gran poder emocional, la fallida expedición y el peligrosísimo regreso de emergencia: con una trayectoria demasiado directa, terminarían incinerados al entrar en la atmósfera; con una demasiado elevada, acabarían disparados hacia el espacio exterior, en flotación eterna. El nivel de tensión narrativa es notable, como así también el énfasis puesto en el trabajo de aquellos que, desde el salón de control en Houston, participaron de una jornada tan heroica como la de sus compañeros astronautas.