“No comparto para nada lo que dicen ese tipo de personas”, señaló Eduardo Costantini, presidente de la empresa Nordelta, al referirse al rechazo de habitantes de ese megaemprendimiento inmobiliario a que “el personal doméstico” viaje en las mismas combies en que se trasladan los vecinos del lugar. “Nordelta no es un barrio cerrado, es una ciudad pequeña, ya tenemos 40 mil habitantes, seis colegios, entran diez mil personas por día a trabajar”, indicó. Costantini subrayó que “no hay transporte público como debiera haber, hay solamente una empresa privada, que es la protagonista de este caso”, refirió. El empresario informó que están avanzadas las conversaciones con la Municipalidad de Tigre para establecer un servicio público “obviamente para todas las personas y al mismo precio que tiene todo el transporte público en el país, porque la diferencia que cobra esta empresa privada es enorme”. Aseguró que el servicio se prestaría a través de dos recorridos que vincularía el conjunto urbano, que abarca ya unas 1700 hectáreas.