El conflicto en el Instituto Nacional del Teatro (INT) no para de escalar. A principios de octubre, PáginaI12 dio cuenta de un cortocircuito entre el director ejecutivo y un grupo grande de los representantes provinciales del organismo, que lo acusaban de haber elevado al Ministerio de Hacienda un presupuesto 2019 con un “duro recorte” sin haber pedido la aprobación del Consejo de Dirección. Tras unas semanas de “calma” (nunca la hay en la única institución cultural estatal que funciona por ley de manera colegiada), ahora es Marcelo Allasino –asumido a finales del 2015– quien acusa a los consejeros de “paralizar” el Consejo, tras quedar vacante el cargo de representante de la región Centro Litoral y también el de secretario general, que ocupaba la misma persona. Los representantes provinciales y también otras organizaciones del mundo teatral, por su parte, sostienen que el director busca excusas para no sesionar. En el medio, el devaluado exministro de Cultura Pablo Avelluto mostró su respaldo a Allasino, que engrosa la lista de directores ejecutivos históricos cuestionados por su comunidad.

Esta disputa puntual –una más de la larga lista de conflictos de este año– tuvo su origen a mediados de octubre, cuando Miguel Angel Palma, hasta entonces representante del consejo por Santa Fe, dejó sus cargos en medio de denuncias por “incompatibilidad de funciones”; esto es, por ejercer distintos cargos además de los de INT. En ese momento, Allasino instó a los representantes de Córdoba y Entre Ríos a que designen, “con carácter inmediato”, al nuevo o nueva representante de la región Centro Litoral, para luego poder designar secretario general. Según Allasino, el artículo 9 de la Ley Nacional del Teatro establece que para la integración del órgano colegiado se requiere la presencia de “los miembros que allí taxativamente se consignan”. “Se puede concluir que la falta de designación de alguno de sus miembros no constituye legalmente el órgano, por lo cual no lo habilita para sesionar”, expresó el director ejecutivo en un comunicado en el que se refirió al conflicto.

Pero un grupo grande de representantes no piensa igual y de hecho asegura que el Consejo sigue sesionando, pese a que la dirección no reconoce como válidas esas reuniones. “Pese a la cesantía del secretario general, que no aceptamos por improcedente, hemos seguido sesionando porque somos la autoridad de conducción del organismo”, contó a este diario Verónica Olarieta, representante de la Región Patagonia. “La ley es clara, dice que la autoridad es el Consejo de Dirección. Sin embargo, Allasino utiliza una resolución interna para tomar decisiones por afuera del Consejo. El INT no está paralizado; el Consejo aprobó una cantidad de subsidios y aporte en el 2017 y 2018 para todo el país, que todavía no fueron pagados a los beneficiarios”, expresó por su parte Jimena Sivila Soza, representante de la región NOA.

El ida y vuelta entre las partes pareciera recién estar comenzando: el martes, referentes del teatro de las provincias y distintas organizaciones del mundo teatral hicieron un abrazo simbólico al INT mientras se llevaba a cabo una de las sesiones que la dirección no reconoció. Ayer, por su parte, los consejeros y consejeras se reunieron con Argentores, la Asociación Argentina de Actores, Artei y Escena, entre otras organizaciones “para compartir y socializar el estado de situación y determinar acciones nacionales para defender la Ley Nacional del Teatro”. Todo indica que viene para largo. Como todo en el INT.