Hoy comienzan las audiencias del juicio oral y público por los asesinatos y desapariciones del copamiento del Regimiento de La Tablada. El tribunal Oral Federal Nº 4 de San Martín juzgará al ex general Alfredo Manuel Arrillaga por el homicidio de José Díaz, uno de los cuatro desaparecidos del Movimiento Todos por Patria. Se sabe que el militante fue capturado vivo, ya que hay fotografías que así lo registraron.  

También hay pruebas de que fueron detenidos con vida y luego asesinados Carlos Samojedny, Francisco Provenzano e Ivan Ruiz Sánchez, aunque el proceso que empieza hoy sólo toma el asesinato del santiagueño José Díaz.  El y Ruiz Sánchez fueron fotografiados tras rendirse el primer día del copamiento; Samojedny y Provenzano se entregaron al día siguiente con el resto de sus compañeros. 

El único acusado en esta instancia es quien fue jefe de la violenta recuperación, Arrillaga, militar que acumula cinco condenas por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, entre ellos por su participación en La Noche de las Corbatas.  

Los familiares habían acusado además al segundo de Arrillaga, el teniente coronel Jorge Varando, al que adjudicaron un rol central en la represión, pero Varando murió antes de ser llevado a juicio. También en su caso se ve un perfil definido: en diciembre 2001, como jefe de seguridad del banco HSBC, Varando dio vía libre a la represión desde la sede de Chacabuco y Avenida de Mayo, en cuyas inmediaciones fue asesinado Gustavo Benedetto.

El debate por el asesinato de José Díaz llega treinta años después de los hechos, ocurridos el 23 y 24 de enero de 1989. Hasta ahora se había juzgado a los militantes del Movimiento Todos por la Patria, por el copamiento en sí. Por la toma  hubo tres juicios a los integrantes del MTP que participaron del hecho. Fueron condenadas 23 personas a penas de prisión perpetua y a 11 años de prisión. El último juicio fue en 1997 a Enrique Gorriarán Merlo, detenido en México y condenado a perpetua. En diciembre de 2000, luego de una huelga de hambre de los presos, el entonces presidente Fernando De la Rúa les conmutó las penas, y en 2003, durante su presidencia interina, Eduardo Duhalde indultó a Gorriarán Merlo.

En cambio, la investigación judicial de las torturas, desapariciones y fusilamientos cometidas luego de que el cuartel fue recuperado no avanzaron. 

De hecho, esta causa fue declarada prescripta. En 2014 la Corte Suprema de Justicia la reabrió a instancias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que en 1997 señaló que el Ejército había incumplido su obligación de investigar las ejecuciones de Díaz y Ruiz.

Irene Provenzano, la hija de Francisco Provenzano, contó a Páginað12 que la expectativa de los familiares es que el juicio sea “un escenario en el que se visualice lo que pasó en La Tablada”. Según adelantó, en las audiencias “van a declarar militares y suboficiales, además de soldados que estaban allí ese día”. También testificarán sobrevivientes del MTP. “El camino fue largo y hoy tenemos a Arrillaga acusado de homicidio. Esperamos que la Justicia permita llegar a los otros culpables”, señaló. 

Habrá tres audiencias el lunes, miércoles y viernes de esta semana y luego otras siete durante la primera quincena de enero. Está prevista la declaración de unos 50 testigos. 

El copamiento del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano (RIM 3) del Ejército, ubicado en La Tablada, sucedió el gobierno a Raúl Alfonsín, cuando la democracia llevaba 5 años de recuperada. Fue liderado por Enrique Gorriarán Merlo, uno de los fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El MTP sostuvo que fue para impedir un alzamiento carapintada contra el gobierno. 

El ex sargento del Ejército José Almada denunció en 2004 que vio cómo dos oficiales torturaron a José Díaz e Iván Ruiz luego de que se rindieran. También desmintió la versión que dio el ahora juzgado Arrillaga sobre que estos detenidos habían quedado a cargo de un suboficial que murió convenientemente en los enfrentamientos. También contó que observó cómo dispararon contra la militante Claudia Deleis, a pesar de estaba levantando los brazos en una clara señal de rendición. 

A su vez, integrantes del MRP que sobrevivieron al operativo denunciaron que fueron torturados tras sus detenciones. Aseguran que el proceder de las fuerzas que actuaron en la recuperación (ejército, Policía Federal y Bonaerense) fue el mismo que en el terrorismo de estado y que el número de ejecutados pudo haber llegado a las 20 personas.