El gobierno de Estados Unidos cerró sus puertas indefinidamente la madrugada del sábado a falta de un acuerdo entre el Congreso y la Casa Blanca sobre el financiamiento del muro en la frontera con México. 

La Cámara de Representantes -controlada por los republicanos- aprobó este jueves el proyecto de ley que incluía los fondos para el muro. Donald Trump esperaba su aprobación en el Senado la noche del viernes pero los demócratas se negaron rotundamente. “El presidente Donald Trump está sumiendo al país en un caos”, dijo el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer. “Abandone su estrategia de cierre (...) No va a tener el muro hoy, la próxima semana, o el 3 de enero, cuando los demócratas tomen el control de la Cámara”, le advirtió el viernes el congresista. Ambas cámaras reanudaron ayer la discusión pero luego de varias horas de debate levantaron sus respectivas sesiones. 

Mientras tanto, y luego de posponer su viaje de vacaciones a Florida, Trump tuitió que tuvo una ardua mañana de trabajo en la Casa Blanca. “Estamos negociando con los demócratas sobre la seguridad fronteriza que se necesita desesperadamente (pandillas, drogas, tráfico de personas y más), pero podría ser una larga estadía”, agregó. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell también lanzó un pedido de apoyo a los demócratas: “hemos presionado el botón de pausa hasta que el presidente, de quien necesitaremos una firma, y los demócratas del Senado, de quienes necesitaremos votos, lleguen a un acuerdo.”

Con el anunciado el viernes, la administración Trump suma su tercer cierre en lo que va del año. En enero hubo un bloqueo de dos días y un mes después otro de pocas horas. Los dos por conflictos migratorios. Pero esta vez el mandatario anunció que el cierre será por un tiempo indeterminado y tiene la particularidad de producirse luego de varias dimisiones en su gabinete, incluyendo la del secretario de Defensa James Mattis esta semana. 

Además en esta ocasión el cierre es parcial porque tres cuartas partes del gobierno, incluido el Pentágono, tienen financiación hasta septiembre de 2019. Entre las partes con presupuesto aprobado están las fuerzas armadas y departamento de Salud. El bloqueo alcanza al restante 25 por ciento de los organismos federales, lo que podría afectar hasta 800.000 empleados. La mayoría de los empleados de la NASA, por ejemplo, deberán permanecer en sus casas como también quienes trabajan en el Departamento de Comercio. El cierre afecta también a departamentos importantes como Seguridad Nacional, Justicia, Comercio, Transporte, Tesoro o Interior. Éste último administra los parques nacionales, como por ejemplo el Gran Cañón, muy visitados durante el receso navideño. “Algunas áreas de los parques nacionales son accesibles, pero el acceso podría cambiar sin previo aviso”, advirtió el departamento de interior en su sitio web. La Estatua de la Libertad, sin embargo, permanecerá abierta al público gracias a la financiación de sus operaciones por parte del Estado de Nueva York.  Por su parte, la Autoridad de Supervisión del Transporte Aéreo de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) aseguró en Twitter que el tráfico aéreo está en pleno funcionamiento y que el bloqueo  no tuvo ningún efecto en la seguridad de los pasajeros. 

Con las elecciones de medio término cambió la composición de las cámaras de Congreso de manera que el tres de enero la nueva legislatura en la Cámara de Representantes tendrá mayoría de demócratas, lo cual dejaría a Trump y los republicanos en desventaja para su propuesta de presupuesto.  Al respecto, la líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, adelantó que si Trump y los republicanos eligen continuar con el cierre de Gobierno, la nueva Cámara de Representantes con mayoría demócrata aprobará rápidamente legislación en enero para reabrir la Administración. 

Mientras llega la fecha, demócratas y republicanos se culpan mutuamente.  “La crisis de actividad ilegal en nuestra frontera sur es real y no pararemos hasta que construyamos una gran barrera de acero o de ladrillo. ¡Qué empiece el trabajo!”, tuiteó Trump. En una llamada con la prensa, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que la postura de los demócratas es inaceptable y consideraron que la oposición es la que debe adaptarse a las peticiones del presidente y ceder, incluyendo en el presupuesto los 5.000 millones de dólares para el muro. En respuesta, los líderes demócratas en el Congreso insistieron en que la culpa del cierre administrativo es de Trump. Responsabilizan al mandatario por haber rechazado esta semana una ley que ya había sido aprobada por el Senado con el apoyo de demócratas y republicanos para financiar el Gobierno hasta el 8 de febrero. Esa ley incluía 1.300 millones de dólares para seguridad fronteriza, pero Trump insistió en los 5.000 millones. “El presidente Trump hizo una rabieta y convenció a los republicanos de la Cámara de empujar a nuestro país a un destructivo ‘Trump shutdown’”, dijeron los líderes demócratas en el Congreso, Schumer y Pelosi, en un comunicado conjunto. A ellos se agregó el senador Bob Martínez. “El presidente Trump quería un cierre del gobierno y ahora lo tiene. Después de rechazar una oferta bipartidista de 1.600 millones para la seguridad fronteriza que fue aprobada por el Comité de Asignaciones del Senado, el presidente prefiere mantener al gobierno federal de los Estados Unidos como rehén.” 

A las críticas también se sumó David Cox, presidente de la Federación estadounidense de empleados gubernamentales quien consideró que haber fallado en el financiamiento de las operaciones gubernamentales es penoso e inaceptable. “Representa un incumplimiento de los deberes del Congreso y del presiente”, consideró. El Senado, que lleva el liderazgo en el presupuesto, se reunirá mañana de manera informal y continuará con sus tareas el jueves. Para aprobar la partida los republicanos necesitan en el senado nueve votos demócratas. Hasta el viernes sólo tenían 51 de los cien escaños y la ley, para ser promulgada, necesita el respaldo de 60 legisladores.