El bloque de concejales de Ciudad Futura presentó un proyecto para que el Estado tome el control de las zonas inundables que todavía no fueron urbanizadas para que funcionen de reserva, absorción y retardador de futuras inundaciones peligrosas, evitando que avance la urbanización y aumente la impermeabilidad del suelo. El proyecto declara de "interés social sujeto a expropiación" las tierras señaladas, alrededor de 2300 hectáreas, para constituir un cinturón verde de seguridad, fijando nuevos usos y modos de gestión del suelo para que el Estado tenga el control real y efectivo a perpetuidad, evitando la especulación y las modificaciones artificiales a las naturales manchas de inundabilidad que agravan y extienden el problema. "El objetivo es sacar esas tierras del mercado y planificar la ciudad en base a sus restricciones naturales. Existen casos donde se aprobaron urbanizaciones y no importó que estén con la mancha de inundabilidad", dijo el concejal Juan Monteverde.

En los considerandos de la iniciativa presentada esta semana por el bloque de concejales de Ciudad Futura, que además de Monteverde integran Caren Tepp y Pedro Salinas, refieren que Rosario posee el 13 por ciento de su superficie en zona inundable producto de los valles de inundación del arroyo Ludueña (al norte) y del arroyo Saladillo (al sur). El primero con un total de 1860 hectáreas y el segundo con poco más de 400. "El proyecto prevee hacer un estudio de las dos manchas de inundabilidad y detectar cuáles son las zonas que todavía no están urbanizadas, para luego declararlas de interés social sujeto a expropiación así el Estado se pueda hacer de esas tierras", explicó Monteverde. "La siguiente etapa apunta a realizar una planificación de distintos usos, que pueden ser parques públicos o también usos productivos a partir de convenios con cooperativas, fábricas recuperadas, que no le quiten impermeabilidad al suelo y que pueda seguir escurriendo y reteniendo", agregó el edil.

El objetivo, aseguró Monteverde, es que no se modifiquen artificialmente las manchas de inundabilidad, como ocurrió en Palos Verdes, y en el Parque Habitacional Newbery, que todavía no se realizó, que se aprobaron sobre manchas de inundabilidad. "Palos Verdes subió el terreno y artificialmente e hizo desaparecer la mancha sobre su lote, generando que el agua se vaya para otro lado y se agrave más la situación. Toda la zona de San Eduardo, que ya está urbanizada, está sobre la mancha de inundabilidad y hoy se inunda", detalló el concejal.

Para el titular del bloque Ciudad Futura "no es casual" toda la especulación inmobiliaria que se da en la zona noroeste de la ciudad. Son tierras que se compran baratas porque son inundables y después se presiona para que lleguen las obras. "Así se completa un círculo vicioso porque compran tierras, exigen obras, se reduce la mancha pero al urbanizarlas van a necesitar más obras", precisó Monteverde.

Según el concejal, "hay obras ejecutadas y proyectadas que aportan a evacuar el agua que cae en Rosario y hay que hacerlas, pero la realidad es que no hay obra que alcance si no preservamos las actuales áreas de escurrimiento y absorción sacándolas del mercado. Hay que cambiar la persepectiva y cambiar el modelo de desarrollo urbano, no se puede especular y hacer negocios cuando hay vidas en juego".

Desde Ciudad Futura plantean que la situación actual indica que producto del cambio climático ya no son `extraordinarias` las lluvias, y que esto "no se puede seguir usando de excusa". Además, es cada vez mayor la cantidad de agua que llega a la ciudad desde afuera, producto del crecimiento del monocultivo y las nuevas urbanizaciones en la cuenca.

Al mismo tiempo, agregaron, se reducen las zonas de escurrimiento natural en Rosario por el crecimiento de la planta urbana. Por eso, advirtieron, las inundaciones van a ser más frecuentes y cada vez más grandes en el futuro, y que el verdadero peligro a prevenir en Rosario es el posible desborde de los arroyos. 

Por tal motivo, proponen para esas zonas distintos usos que sean compatibles con su primera y excluyente función que es absorber el agua, desarrollando parques, espacios productivos, deportivos y de esparcimiento, bajo distintas formas de gestión pero siempre bajo propiedad pública. "Si se expropian esas tierras que no valen nada, cuando se hagan las obras y dejen de ser inundables, eso le va a quedar al Estado para diferentes usos", concluyó Monteverde.