El servicio de vigilancia de fronteras de Estados Unidos (CBP) anunció que llevará a cabo controles médicos a todos los niños bajo su custodia, luego de conocerse la muerte de un migrante guatemalteco de ocho años, el segundo fallecimiento de un menor en circunstancia similares. El niño, identificado como Felipe Alonzo Gómez, falleció en Nochebuena tras haber presentado síntomas de una enfermedad infecto contagiosa, que aún no fue especificada. Según informó el ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, Alonso  y su padre fueron detenidos el 18 de diciembre luego de haber cruzado la frontera por la ciudad de El Paso, Texas. 

Frente a la ola de críticas por las condiciones en que viven los migrantes bajo custodia del CBP, la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, ordenó tomar medidas adicionales de protección. “Bajo mi mando, todos los niños que estén en custodia en el servicio de vigilancia de fronteras, van a ser sometidos a un examen médico exhaustivo”, indicó la funcionaria. Más tarde, el comisionado de aduanas, Kevin K. McAleenan, agregó que están revisando con atención las políticas de la CBP y en particular las vinculadas al cuidado y custodia de niños menores de 10 años. McAleenan añadió además que el servicio de vigilancia está buscando apoyo médico de otras agencias, entre ellas la Guardia Costera y el Departamento de Defensa estadounidenses. “El CBP también está coordinando con los Centros para el Control de Enfermedades el número de niños bajo custodia”, señaló.

La secretaria de Seguridad interior indicó que un 60 por ciento de las personas que cruzan la frontera sin papeles son niños o familias y agregó que las instalaciones no están preparadas para tantas personas. En los últimos dos meses los agentes detuvieron a 140.000 personas en la frontera sur, frente a una cifra de 75.000 en el mismo periodo de 2017.

Mientras tanto, Twitter fue el buzón de denuncias que los demócratas lanzaron contra la política migratoria del presidente Donald Trump. “Estoy descorazonada de enterarme de la muerte de un segundo niño bajo detención”, manifestó la representante de la cámara baja por Nueva York Nydia Velazquez. “Debemos exigir responsabilidades, encontrar respuestas y poner fin a la odiosa y peligrosa política contra los migrantes de esta administración”, agregó. Por su parte, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) calificó los hechos como una tragedia espantosa y exigió que la oposición tome medidas firmes. “El CBP debe rendir cuenta y dejar de detener a niños. El nuevo Congreso debe poner como una de sus primeras prioridades realizar una investigación sobre el Departamento de Seguridad Interna)”, dijo la ONG.

Trump, impulsa una política de tolerancia cero contra la inmigración. En junio, 2.300 migrantes menores de edad fueron separados de sus padres en la frontera con México. Y en los últimos meses, con la llegada de la caravana migrante, Trump recrudeció sus políticas migratorias negando el pedido de asilo que hacen miles de centroamericanos que llegaron hace dos meses a la ciudad fronteriza de Tijuana. Para contener la inmigración, el magnate quiere construir un muro cuyo presupuesto de unos 5.000 millones de dólares es objeto de pugna con la oposición demócrata y provocó un cierre parcial del gobierno federal desde el sábado. Intransigente, Trump prometió que no cederá hasta que consiga los fondos para el muro.