La nadadora Tamara Pons, estudiante de segundo año de Kinesiología de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), fue elegida como la mejor deportista universitaria del año en un concurso abierto que organizó la Federación del Deporte Universitario Argentino (FeDUA), a través de su sitio web y sus redes sociales.

Pons tuvo una gran actuación en los Juegos Universitarios Regionales y los Juegos Universitarios Panamericanos de San Pablo 2018, donde se consagró con dos medallas de oro, tres de plata y tres de bronce.

 La joven deportista, que se prepara para clasificar a los Juegos Mundiales Universitarios que se desarrollarán este año en Nápoles, Italia, dialogó con Universidad sobre el desafío de sostener la exigencia, tanto en la alta competencia como en la universidad, y el premio recibido que, según reconoce, la   motivó “para seguir en este camino con más ganas”.

En tu vida cotidiana, ¿cómo conviven la carrera deportiva con los estudios de kinesiología?

 En mi día a día trato de poder llevar las dos carreras con organización. Tenemos pautados con mi entrenador las semanas que tengo que rendir exámenes, tratamos de hacer un turno menos en esas semanas para poder rendir bien en todo. Y en lo que a mi respecta, trato de hacer las materias cuatrimestrales en mis tiempos libres de entrenamiento o cursar los sábados también.

¿Cómo se lleva adelante la doble carrera? ¿Son complementarias o una puede primar por sobre la otra?

 Pueden ser compatibles totalmente. Que prime una sobre la otra depende del objetivo de cada persona. En mi caso, quizá lo deportivo tenga más protagonismo por el momento que estoy viviendo con natación, pero nunca dejo de lado el estudio.

¿Cómo se preparan para clasificar a los Juegos Mundiales Universitarios 2019 que se llevarán a cabo en Nápoles, Italia? ¿Cómo imaginás el año próximo?

 Para 2019 tengo en mira varios torneos en los que me gustaría estar, obviamente el mundial universitario es uno de ellos. Creo que me encuentro en un momento de mucho crecimiento y hoy me puedo ver una madurez a la altura de cualquier objetivo.

¿Qué considerás que es más cansador en la vida del deportista universitario: el esfuerzo físico o el mental? ¿Tenés algún método para que las seis horas de entrenamiento no afecten el desempeño en la universidad?

Creo que ambos van muy de la mano, pero sin dudas el peor desgaste es el mental. Porque el alto rendimiento te enseña a la mala o a la buena a sufrir el desgaste físico y convivir con los dolores, pero se puede llevar únicamente estando bien de cabeza. Si te falla lo psicológico puede que aguantes muchísimo menos el dolor físico y no rindas lo necesario. Yo voy cada 15 días con mi psicóloga deportiva, eso me ayuda mucho a entrar en eje y no salirme de los pensamientos positivos, y me mantiene con el foco en donde pusimos la meta. Para lo físico tengo una técnica osteópata que me ayuda con mi recuperacion (ventosas, acupuntura, guasha, técnicas de relajación) y me hago masajes; así todo, es inevitable no pasar por esos días que estoy cursando y no me para de doler el cuerpo, pero hay que aguantarlo. Al final, en la balanza pesan más las satisfacciones que te trae hacer lo que a uno lo hace feliz y ama.