Si prosperara la idea de construir un estadio que reemplazara al Monumental, la obra se podría hacer más cerca del Río de La Plata, entre las vías del ferrocarril Belgrano, con las autopistas que corren paralelas, y la ribera. Los terrenos sobre los que se especula esta hipotética mudanza están ubicados frente a la Ex ESMA, en tierras vecinas al Centro Naval y a un anexo del club CUBA. Terminan en la desembocadura del arroyo Medrano. Muy cerca de allí, en lo que fuera el campo de deportes del centro de exterminio que funcionó durante la última dictadura cívico-militar, Patricia Walsh buscó los restos de su padre Rodolfo en octubre de 2009. 

En una visita a esa zona, a la que se accede por la colectora de la autopista Intendente Cantilo, cuando Walsh era legisladora porteña declaró: “Seguiré denunciando que en este lugar puede haber restos óseos y los estudios practicados así lo confirman. ¿Por qué, entonces, hay instituciones deportivas y educativas que al difundir o convocar a utilizar las instalaciones omiten referirse con claridad que se trata del campo de deportes de la ESMA?”. 

El impacto que generaría el levantamiento de un estadio para 80 o 90 mil personas en esas 7 hectáreas –son menos que las 10 donde se encuentra hoy el Monumental– necesitaría varios estudios de factibilidad. A simple vista parece un despropósito. Hace diez años el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) buscó en dos fosas alineadas como trincheras paralelas y el piso removido de una cancha de básquetbol de cemento señales de restos humanos en el campo de deportes Cabo 1 Ernesto del Monte. Esas tierras han sido removidas varias veces y complican la búsqueda de restos. Un estadio de fútbol ahí, de dimensiones mayores que el Monumental, terminaría sepultando las últimas esperanzas de encontrarlos.