Juan Manuel Moreno (foto), del Partido Popular, fue electo ayer presidente de la Junta de Andalucía, en lo fue un giro político de la región que optó por un gobierno de derecha en alianza con la ultra después de 36 años de gobierno socialista. Con 48 años, Moreno fue elegido por una mayoría absoluta de 59 votos a favor y 50 en contra, una victoria que no podría haber sido sin el apoyo del partido ultraderechista VOX que en diciembre pasado consiguió por primera vez representación en el parlamento andaluz. La votación refrendó así el pacto de gobierno alcanzado entre Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C’s), así como un acuerdo por separado entre el PP y Vox. Con el nuevo escenario en el sur de España, la ultraderecha ya anunció que van por más en las próximas elecciones regionales de mayo. Por ahora tiene el visto bueno de Pablo Casado, líder del PP, que en las últimas semanas afirmó que aspira a replicar este modelo de pactos en los próximos comicios. “El modelo de dos pactos que vinculan por separado a PP con Ciudadanos (Cs) y Vox son el futuro de Andalucía y un preámbulo de lo que va a ocurrir en mayo en España”, afirmó Casado. 

En una de sus intervenciones durante la sesión de investidura, Moreno aseguró que se viene una etapa ilusionante y apasionante para la región. “Voy a dejar la piel para que los andaluces vivan mejor que ahora”, arengó. Por su parte, la líder regional socialista y hasta ayer presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, recordó que los socialistas andaluces tienen la responsabilidad de ser el dique de contención de la extrema derecha.

En tanto, el presidente español Pedro Sánchez, denunció que el pacto del PP con Vox blanquea posiciones de los ultraderechistas, especialmente en cuestiones como la violencia de género y la inmigración. Ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Sánchez pidió a las fuerzas de derecha  y centroderecha  que no negocien con los ultras: “No se dejen embaucar por la ultraderecha como ocurrió en Andalucía ni permitan que esas fuerzas dirijan su agenda política o influyan en sus discursos”. En la Unión Europea, la agrupación de partidos liberales en el Parlamento Europeo (ALDE) y el partido del presidente francés, Emmanuel Macron señalaron su preocupación por este pacto con la ultraderecha, una ideología que en países como Francia, Alemania, Bélgica y Holanda fue excluida a la hora de pactar coaliciones, en la llamada estrategia del cordón sanitario.