Mientras la población mendocina se movilizó en los últimos meses, como nunca lo había hecho, contra la violencia machista, el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, mantiene en su gabinete a otro ministro denunciado por maltratar de manera sistemática a una mujer al punto de causarle una incapacidad laboral permanente. Se trata de Jaime Correas, Director General de Escuelas, como se llama al ministro de Educación en la provincia. Según consta en una condena del fuero laboral a la que tuvo acceso PáginaI12, Correas ejerció violencia verbal y psicológica sobre una empleada subalterna cuando él era director del Diario Uno, cargo que ocupó hasta 2014. En la sentencia consta que la mujer, que era periodista y jefa de archivo, terminó con tratamiento psiquiátrico por estrés laboral y problemas gástricos. Hace dos semanas, renunció el ministro de Salud, Rubén Giacchi, por una denuncia de violencia de género.

Tres testigos describieron en la justicia a Correas como maleducado, maltratador, grosero, desconsiderado, despectivo, prepotente, virulento, autoritario y especialmente violento con las mujeres. “Así trataba a todas las mujeres”, mientras que “con los hombres era más cordial”, declaró uno de los testigos. 

El sindicato docente SUTE reclamó su renuncia. “Nuestro planteo es que el Senado le dio el aval –exigencia que requiere el cargo– sin conocer esta condena, que trascendió meses después de la votación. Es muy preocupante que el gobernador tenga un ministro de Educación con estos antecedentes, en una de las provincias con mayor cantidad de femicidios en el último año y cuando hay un reclamo claro de la sociedad contra la violencia hacia las mujeres”, señaló a PáginaI12 Liliana Chaves, secretaria gremial del SUTE. También pidieron la renuncia de otro funcionario del mismo ministerio, con cargo de director, denunciado por una directora de una escuela técnica, de amenazarla y privarla de la libertad, en el marco de una discusión en el establecimiento educativo (ver aparte). “Es una contradicción que la DGE organice jornadas para prevenir la violencia de género y para tomar conciencia sobre lo que está ocurriendo en la provincia y tenga a funcionarios que maltratan a las trabajadoras. Nosotros les decimos a las docentes que no tengan miedo, que denuncien si son perseguidas o maltratadas”, sostuvo la sindicalista.

Cornejo fue presidente del radicalismo provincial. Ganó la gobernación a fines de 2015 como candidato del Frente Cambia (PRO-UCR-Libres del Sur). Dos semanas atrás, mientras estaba de vacaciones en Cuba, le tuvo que aceptar la renuncia a su ministro de Salud, Rubén Giacchi, luego de que fuera denunciado judicialmente por violencia de género por su pareja, Laura García, psicóloga, empleada de la cartera sanitaria desde 1999. La mujer se presentó en la Oficina Fiscal N°15 de Carrodilla, en el departamento mendocino de Luján de Cuyo y denunció que su novio le había pegado una trompada tras una discusión en su fiesta de cumpleaños. García ratificó en la última semana la denuncia y dio cuenta de otros episodios violentos sufridos a manos de Giacchi, médico obstetra, sobre quien se dictaminó una orden de restricción de acercamiento a ella.  

El caso del ex ministro no es el único que le ha traído problemas a Cornejo en una provincia que tuvo atroces casos de violencia de género y 17 femicidios a lo largo de 2016, entre ellos, el de Ayelén Arroyo, de 19 años, degollada por su padre, luego de que la adolescente lo denunciara por abuso sexual, sin recibir protección eficaz de la justicia, y el triple femicidio por el que fue imputado Daniel Zalazar, por matar a su ex esposa, Claudia Lorena Arias, de 30 años, a una tía de la mujer, Marta Ortiz, de 45,  y a su abuela Silda Vicenta Díaz, de 90; además de atacar a una hija de 10 meses y un niño de 11. 

PáginaI12 le preguntó sobre los casos de funcionarios denunciados a la responsable del área de Género y Diversidad, Silvina Anfuso, conocida militante feminista, que formó parte de la agrupación Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), con trayectoria en la municipalidad de Godoy Cruz, donde Cornejo fue intendente. “El único que ha tomado estado público es el de Giacchi. Está en manos de la Justicia resolver sobre el caso. Fue rápida la respuesta del gobernador”, afirmó Anfuso.

–Hay una grave acusación contra el director General de Escuela por maltratar a una empleada cuando se desempeñaba como director del Diario Uno – planteó este diario. 

–Desconozco en profundidad de que se trata –respondió Anfuso, aunque el caso se difundió en medios mendocinos.

–En junio un policía fue ascendido a comisario general aunque tenía una denuncia por violencia de género contra su esposa, hay otro funcionario de Educación acusado de amenazar y privar de la libertad a una directora de una escuela y uno de los candidatos a camarista federal tiene una demanda por acoso sexual. ¿A que adjudica que haya varios funcionarios denunciados por maltratar a mujeres?

–La provincia de Mendoza está viviendo un destape en relación a este tema. Ninguna institución puede decirse que está libre de machismo. El jueves se conoció una denuncia contra un diputado de la oposición por el mismo tema (el jefe de la Bicameral de Seguridad de la Legislatura provincial, Mario Díaz). Hay una clara decisión de la sociedad de decir no a la impunidad, de la cual tienen que hacerse eco las instituciones. Hay un debate pendiente: si los varones que tienen una condena civil por violencia de género o por no pasar cuota alimentaria pueden asumir como funcionarios –respondió la funcionaria del gobierno provincial. 

A mediados de junio, cuando todavía resonaban los ecos de la multitudinaria marcha en Mendoza por el #NiUnaMenos, el policía Marcelo Esquivel fue ascendido a comisario general, a pesar de tener una denuncia penal de su esposa por violencia machista, por la cual tenía prohibido portar armas y vestir uniforme. El ministro de Seguridad, Gianni Venier, y el jefe de la Policía, Roberto Munives, plasmaron sus firmas en la promoción de Esquivel como titular de la Departamental Capital. El gobernador lo echó una vez que se conocieron a través de los medios locales sus antecedentes. Pero fue el mismo Cornejo  quien promovió la candidatura a ocupar una vacante de la Suprema Corte provincial de José Valerio, un camarista conocido por fallos misóginos y homofóbicos, y que dejó en libertad al principal imputado por las desapariciones de una adolescente y una joven –ocurridas con un año de diferencia en el departamento de Lavalle– en un fallo que en 2016 el máximo tribunal local revocó por la falta de perspectiva de género. Valerio obtuvo acuerdo del Senado –como el cuestionado Director General de Escuelas–,  a pesar de que fue el postulante con más impugnaciones de la historia de la provincia: 620 en total, entre ellas las del Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, el CELS, la Asociación Pensamiento Penal, y numerosas organizaciones de mujeres, barriales y académicas. 

“El gobierno es parte de la maquinaria de violencia machista porque no toma las medidas necesarias desde el Estado para prevenirla”, opinó la senadora del FIT, Noelia Barbeito.