Con la excusa de una inauguración, el presidente Mauricio Macri se fue otra vez a Chapadmalal a pasar el fin de semana en el complejo turístico oficial y retomará su agenda mañana en esa ciudad balnearia. 

Tras haber visitado la colonia de verano del Centro Recreativo Nacional (Cerena) en Ezeiza con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, con quien luego almorzó en la Quinta de Olivos, el mandatario se trasladó hasta el Complejo Turístico de Chapadmalal.

El jefe de Estado arribó a la localidad de la Costa Atlántica, ubicada a 23 kilómetros de Mar del Plata, el viernes por la noche, acompañado por la primera dama, Juliana Awada, y la hija menor de ambos, Antonia Macri.

En su primer día de descanso, Macri aprovechó para felicitar al argentino Gustavo Fernández por el título conseguido en el Abierto de Australia en la modalidad de tenis adaptado.

“Orgullo. Gustavo Fernández campeón del Abierto de Australia de tenis adaptado. Felicitaciones”, escribió el primer mandatario en su cuenta de Twitter. 

Además, durante su estadía está previsto que Macri inaugure el hospital “Bernardo Houssay” del PAMI en Mar del Plata junto a Vidal, en los que será el tercer encuentro público con la gobernadora en una semana. De este modo, Macri seguirá desde Chapadmalal la jornada electoral de La Rioja, donde hoy se desarrollará el plebiscito para determinar si el gobernador Sergio Casas puede optar o no un tercer mandato consecutivo. Cambiemos hace campaña por el No y llevó el tema a la Corte Suprema, que dio luz verde a la votación.

Macri estuvo por última vez en la residencia veraniega de Chapadmalal en noviembre del año pasado. El fin de semana del 24 y 25 de noviembre tenía previsto ver allí la revancha de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca en el Monumental, suspendida por un ataque con piedras al micro xeneize.

Antes, Chapadmalal fue sede de los llamados “retiros espirituales”, en los que el presidente reunió a sus ministros para evaluar la gestión de gobierno.

Las vacaciones de Macri desde que llegó a la Casa Rosada han sido materia de debate. El mandatario ha acumulado más de cuatro meses de descanso desde diciembre de 2015. El pasado 22 de diciembre fue en el avión presidencial a Bariloche con su familia y de allí al country Cumelén de Villa La Angostura, donde permaneció hasta el 13 de enero.

Sólo hasta mediados de abril de 2017, el Presidente acumulaba 64 jornadas sin trabajar. Desde entonces, se permitió varios fines de semana largos en los que, por ejemplo, participó de un torneo de golf en la Costa Atlántica o extendió visitas oficiales para dedicarle más tiempo al ocio, como el caso de su viaje a Sudáfrica en el contexto de la Cumbre de los BRICS, cuando se tomó unos días para hacer un safari fotográfico.