Comienza la segunda tanda de estrenos en el Verano Fresquito de Teatro La Comedia (Mitre 958). A partir de mañana a las 21.30, todos los viernes del mes hampones y detectives se darán cita con Bang Bang y somos historia, propuesta humorística celebrada con trascendencia internacional. "Desde 1997 hasta hoy, la obra anduvo por Uruguay, Venezuela, Colombia, México, España, Costa Rica", le cuenta a Rosario/12 Pablo Razuk.

"El teatro independiente suele ser una de esas cosas tan apasionantes como efímeras, ¿viste? La gente a veces está trabajando un tiempo importante en un espectáculo y después te das cuenta de que el tiempo que estuvo en cartel no amerita todo lo que se trabajó. Pero Bang Bang, siendo un espectáculo absolutamente independiente, ya ha trascendido esto", explica Razuk, encargado ahora de la dirección de la obra.

Y rememora: "Es lo primero de humor que yo hago cuando llego a Buenos Aires, cuando no es habitual que haga obras humorísticas o comedias, porque tengo una tendencia más dramática, cosa que para mucha gente es un error. La verdad que hay algo en la comedia que también me sale bastante lindo. Así que arrancamos con un equipo de gente absolutamente desconocida, como yo. Empezamos a trabajar y un día nos dimos cuenta de que la sala se llenaba. Nos nominaron al ACE como Mejor Espectáculo de Humor y lo ganamos, en una misma terna con Les Luthiers y Los Macocos, nada menos. Vimos que teníamos en mano algo que era ascendente, pero sobre todo independiente. Y fue una fiesta, desde el primer ensayo hasta la última función de ese elenco, donde yo era actor".

A partir del texto de Martín Gervasoni y Wilfredo Van Broock comenzó a edificarse la obra definitiva, dice Razuk. "Lo que creo que pasó, por un lado, es que el humor en el teatro ha sido -y parece que seguirá siendo- absolutamente más convocante; por el otro, como actores teníamos ganas de hacer una comedia que nos gustaría ver, con personajes reconocidos del humor cinematográfico, televisivo, argentino e internacional, hasta de algunas caricaturas de dibujitos animados o gráficas, mezclado con películas que ya tenían un renombre, como las de Tarantino: Perros de la calle y Pulp Fiction. Hay algo que Tarantino hace muy bien, que es jugar con lo cotidiano en situaciones absolutamente extremas, pero con un humor que tiene más que ver con los códigos de los personajes que con el humor en sí mismo. Ahí se armó una especie de alquimia, de ecuación, donde entendimos que cada uno tenía que tener una característica que fuese entre antagónica y complementaria con la del otro. Y se fue armando una especie de dominó con estos personajotes. Y viste cómo es. Uno primero arma una estructura, después aparece el personaje, y después el personaje empieza a hablar y la estructura se modifica. Empezamos a armar algo que comenzó a crecer y a tomar posición más allá de nosotros".

Ese reparto original, que Razuk completaba con Gustavo Adrián y Gustavo Ananía, hoy es relevado por los talentos de Federico Giusti, Mariano Rey, Ariel Fumis, Fernando Soto y Juanchi Vidoletti. "Ahora me toca dirigirla, con todo lo que ello conlleva, porque uno tiene una especie de contradicción. Es como esos técnicos de fútbol que vos te das cuenta de que tienen ganas de saltar a la cancha a patear. El año pasado estrenamos en la Subsede Concert, en día y horario alternativos, y funcionó muy bien. Tan bien que tuvimos la alegría, suerte y honor, de ser seleccionados para el Verano Fresquito. Además, La Comedia es un teatro encantador. Tuve la suerte de viajar, conocer Argentina y afuera, y la verdad que La Comedia es una de las salas más bellas que he pisado, tiene algo especial".

-- En cuando al suceso en el exterior, deben ser interesantes los matices que la obra adquiere (en este momento se está exhibiendo en Madrid).

-- Es muy extraño. Al conocer la obra, uno espera ciertas situaciones que están concatenadas, pero cuando lo ves con otras terminologías, con otro lunfardo, es extrañísimo. Pasa algo muy simpático: sé lo que pasa y a la vez no sé lo que dijo. Eso es una maravilla (risas).

Rosarino con vida en Buenos Aires, Pablo Razuk se fue hace 23 años pero nunca perdió contacto con la ciudad. Entre otras cosas, porque "siempre lo dije y ahora lo ratifico: ganar una plaza de teatro rosarino para los rosarinos tiene que ser la piedra fundamental de algo que para mí debería pasar. Rosario tiene entidad, identidad teatral, con excelentes docentes, directores, actores, escenógrafos, vestuaristas. Pero siempre estamos esperando la aprobación de Buenos Aires y eso no hace falta".

-- Vos estuviste obligado a irte, ¿no?

-- No me quise ir. Pero en un momento, como muchos, dije: 'quiero vivir de esto'. Y en el futuro se veía el cielo raso muy cercano. Entonces, el crecimiento tuvo que ser en otro lado. Pero siempre estuve volviendo. Todas las obras que hice, todas, siempre las traje a Rosario. Siempre estoy volviendo a casa.

En lo inmediato, Pablo Razuk viaja en febrero a España con dos obras: Severino. La otra historia y Padre Carlos. El rey pescador -respectivamente dedicadas a Severino Di Giovanni y Carlos Mugica-; "y con una obra en la que estoy dirigiendo por Skype a una chica argentina que vive en Madrid. A la vuelta, en marzo, vengo a Rosario con Severino y Padre Carlos", concluye.