El último partido importante en la Bombonera lo había jugado Boca contra River el 11 de noviembre (se aclara que después había enfrentado a Patronato por la Superliga, con suplentes). Aquel día del 2 a 2 con River Boca había formado así: Rossi; Jara, Magallán, Izquierdoz, Olaza; Nández, Barrios, Pablo Pérez; Villa, Abila, Pavón. Casi tres meses después de esos 11 futbolistas sólo 2 entraron como titulares contra Godoy Cruz: Izquierdoz y Pavón. Rossi busca club, Magallán se fue a Holanda, Olaza a España, Barrios a Rusia y Pérez a Avellaneda. También se fueron los mellizos Schelotto y llegó Gustavo Alfaro. Otro equipo el de ayer, otro Boca, otra idea, con un doble cinco (Marcone, Campuzano) que parece consolidarse con un debutante (Lisandro López); con un lateral que también antes había jugado de central (Junior Alonso), con Pavón y Benedetto que van recuperándose, con Reinoso en continuado y con Tevez, mimado por el entrenador, pero mirado de reojo por los hinchas que lo ven en caída cada vez más pronunciada. El nuevo Boca jugó 3 partidos oficiales, dos de visitante y uno de local y sacó 7 puntos sobre 9. Pero vale preguntarse si esa excelente cosecha de puntos tiene relación con el juego desplegado y la primera impresión es que no, al menos en lo que respecta al partido de ayer. Boca se impuso por 2 a 0 pero el resultado engaña un poco porque sufrió demasiado, porque Andrada fue una de las figuras, porque Godoy Cruz le desnudó grietas defensivas y porque a los mendocinos les anularon un gol legítimo conquistado un par de minutos antes del segundo gol marcado por Zárate.

Julio Martín Mancini
Ramírez, del Tomba, no logra evitar la apertura del marcador.

La goleada contra San Martín de San Juan del jueves último había generado muchas ilusiones, pero el partido también había dejado una estela de cansancio en algunos jugadores lo que se notó bastante, sobre todo en el segundo tiempo. Pero más allá de cuestiones físicas lo que le pasó es que no tuvo continuidad en el buen manejo de la pelota que insinúa desde la llegada de Alfaro. Boca quiere llegar tocando, propone combinar pausa con aceleración en su búsqueda ofensiva, pero no siempre le sale. Necesitará tiempo parta ir aceitando el mecanismo y para encontrar un equipo que pueda considerarse titular. Por ahora Marcone alcanzó los puntos más altos de rendimiento, Lisandro López hizo que se notara su falta de fútbol, Reinoso empieza a sentirse cómodo en su posición sobre la izquierda, Tevez se presenta, según el entrenador como estandarte y nave insignia pero la realidad es que el penal que le hicieron lo pateó (bien, por cierto) Benedetto. Y el otro dato de peso es que cuando salió Tevez hubo algunos tibios aplausos que se convirtieron en un reconocimiento más estruendoso y sostenido cuando Zárate empezó a correr hacia el centro del campo. El  ídolo en retroceso aportó poco, se fue a los 13 del segundo tiempo y el ex crack de Vélez no lució demasiado en la media hora que estuvo en la cancha, pero clavó magníficamente el tiro libre que significó el segundo gol. Venía de marcar, dar una buena asistencia y jugar muy bien en san Juan y por el momento parece ganar la pulseada a Tevez por la titularidad.

Los puntos conseguidos le dan a Alfaro mucha tranquilidad para continuar en la búsqueda de su principal objetivo que es el de encontrar un equipo sólido y competitivo.