Los futbolistas Guillermo Ortiz, Gustavo Toledo y Leonardo Heredia fueron separados ayer del plantel de Colón por presentar síntomas posibles de dengue y otros cinco también se harán estudios, indicaron fuentes del club sabalero. Además de los tres apartados se sumaron a los estudios Matías Fritzler (síntomas de gripe), Mateo Hernández (fuerte dolor de cabeza), Leonardo Burián (dolores de espalda), Emanuel Olivera (dolores musculares) y Fernando Zuqui (dolores musculares).

La dirigencia del club santafesino decidió fumigar todos los sectores del predio donde se entrenan sus diferentes categorías, a la vez que los jugadores fueron a una clínica privada de Santa Fe y el Ministerio de Salud de la provincia ya estudia los casos.

Los resultados recién se tendrán oficialmente dentro de las 48 horas posteriores y si se constata que padecen dengue se procederá al protocolo que impera en estos casos, con el aislamiento pertinente.

“No es positivo que un jugador tenga problemas de salud, pero no podemos hacer nada, solamente acudir al cuerpo médico para recuperarlos y ver la posibilidad de actuar o no, o buscar reemplazos si no pueden jugar. Eramos como 30 personas y les pasó a ellos, entonces pienso que no fue la comida del hotel”, comentó el entrenador uruguayo de Colón, Julio Comesaña, en el contacto con la prensa tras la práctica.

De acuerdo con los resultados de los estudios médicos, los directivos podrían solicitar la suspensión del encuentro del sábado, a las 21.30, contra San Lorenzo, por la 18va. fecha de la Superliga. 

Un antecedente similar en Colón se dio en el 2016, cuando Pablo Cuevas resultó afectado de dengue, aunque el contagio se había producido en Formosa durante sus vacaciones.

El estadio de Colón, Brigadier Estanislao López –también conocido como el Cementerio de los Elefantes–, está ubicado en el barrio Centenario, en donde se han reportado recientemente algunos casos de dengue.