"Me dijo que la violaron y que no fue su culpa". El padre de una de las víctimas del sindicado abusador serial que está siendo juzgado desde anteayer en el Centro de Justicia Penal, por 18 casos, es gomero en barrio Ludueña. A él recurrió su hija tras ser atacada por Luis Marcelo Escobar, en octubre de 2014. La víctima fue la única que no pidió que el imputado saliera de la sala, en su declaración. "Me da fuerzas para contar lo que hizo", dijo cuando la fiscal Carla Cerliani le preguntó por qué quería que se quede. La culpa que mencionó su padre aparece como una de las consecuencias comunes entre las víctimas del agresor que se hacía pasar por policía. Vergüenza y miedo son otros dos factores que se reiteran en los testimonios. Incluso, una de las chicas que declaró en Cámara Gesell, porque era menor al momento del hecho, intentó quitarse la vida.

Ayer se desarrolló la segunda jornada del juicio oral y público al hombre de 42 años que es juzgado por hechos de 2014 a 2016 contra chicas de entre 14 y 25 años, de las zonas sud y noroeste de la ciudad. La Fiscalía pidió 50 años de prisión.

El patrón para engañarlas era hacerse pasar por policía y decirles que lo iban a tener que acompañar a la brigada de drogas peligrosas por una investigación que estaba siguiendo. Las audiencias continuarán la semana que viene con las voces de otras 14 víctimas.