Víctor Palomino Zitta es un empresario dedicado a la exportación de granos y como tal es propietario de la firma Ciapo Srl. Ayer, se presentó en los tribunales federales de Dolores donde se sustancia la causa por extorsión contra Marcelo D’Alessio y realizó una exposición donde señala que es otra víctima del falso abogado quien le habría reclamado la friolera de 500 mil dólares. 

El empresario tiene problemas con la justicia y se encuentra procesado sin prisión preventiva por asociación ilícita para cometer delitos de contrabando (consumados o tentados) en la que se conoce como “la mafia de los contenedores”. En esa causa, que se sustancia en el juzgado del juez Marcelo Aguinsky, el acusado figura como arrepentido. El punto es que Palomino Zitta llegó a esa condición por recomendación de D’Alessio y de su otrora abogado, Rodrigo González, y el también abogado Gustavo González en el momento justo que estaba declarando ante Aguinsky. El empresario jura que fue engañado por este trío que, entienden, formaban parte del estudio jurídico que lo iba a representar pero sobre todo, aseguró que D’Alessio presionó a su entonces pareja, a la esposa de su socio que también estaba detenido, para que entreguen medio millón de dólares que “serían repartidos entre la fiscal del caso, el juez Aguinsky, el estudio jurídico y Santoro (periodista del diario Clarín)”. A partir de que se convirtió en un arrepentido, por la presión de D’Alessio, tuvo que declarar e incluir una serie de nombres que, según reza la declaración ante el juzgado de Ramos Padilla, no conocía a ninguno “pero me sentía coaccionado ante el temor de quedar detenido y la presencia del periodista de tanto renombre”.