El precandidato a gobernador por Córdoba Mario Negri salió a cruzar a sus correligionarios frente a la rebelión interna que desató en la alianza gobernante la declaración del diputado Martín Lousteau, respecto de la posibilidad de enfrentar en las PASO al presidente Mauricio Macri con un candidato de la UCR. Negri tildó de "cacareo" el pedido de los radicales que están reclamando una interna en Cambiemos y les pidió "parar la pelota" con un argumento clásico del repertorio de la alianza: "Si nos creemos capangas para desafiarnos entre nosotros, nos atropellará el pasado".

El precandidato y jefe del bloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados fue la primera víctima de la interna radical al intentar ungirse como candidato a gobernador cordobés por la alianza —con el aval de la Casa Rosada— y encontrar la férrea oposición del intendente de la capital provincial, Ramón Mestre, quien presentó una lista opositora para definir la postulación en internas el próximo 17 de marzo. Al gesto de Mestre le siguió el anuncio del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, de desdoblar las elecciones para no atarlas a la suerte de la reelección presidencial, la victoria de la UCR en la interna pampeana y el desafío de Lousteua durante la gira presidencial por Asia. 

Frente a la rebelión en puerta —a la que se le sumaron el candidato radical a gobernador en Chubut y la interna por la intendencia en Rosario— Negri emitió un comunicado en el que le pidió a sus correligionarios "parar la pelota".

"Está claro que los motivos que nos unieron no han desaparecido y nadie está en condiciones de cacarear", les apuntó el precandidato a los disidentes de la candidatura presidencial de Macri sin discusiones y les exigió "consenso y unidad".  

"Disentir, sí; escucharnos, sí; decidir entre todos, sí. Pero si nos creemos capangas para desafiarnos entre nosotros, nos atropellará el pasado, los argentinos no nos perdonarían y eso sí será nuestro fracaso. Y peor: el fracaso del país", advirtió Negri tomando argumentos del libreto marcrista de la herencia y de la épica cruzada de Elisa Carrió, líder de la tercera fuerza aliada, que respaldó al jefe de bloque en la interna cordobesa. 

Negri también criticó la estrategia de sus correligionarios al considerar que mientras "nos ocupamos de nuestras diferencias, el peronismo llama a la unidad para derrotarnos" y les aseguró que pedir unas PASO para definir el candidato presidencial significa "caer en el juego que proponen" desde el peronismo. Mientras que consideró que respaldar la candidatura de Macri sin ir a internas, como ocurrió en 2015, sería "un salto de calidad en la coalición, incluidas todas las responsabilidades, sin perder el rumbo que nos unió".