El Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que se registró el primer caso de dengue autóctono en territorio porteño en lo que va de 2017. El paciente, un joven de 21 años, aseguro que no había viajado en las fechas en que comenzaron los síntomas del virus, por lo que las autoridades sanitarias certificaron que el mosquito Aedes aegipti que lo picó era nativo de la Ciudad.

Sin embargo, los especialistas advirtieron que un caso no debe despertar la alarma. “La baja considerable de nuevos brotes de dengue coincide más con los ciclos de epidemia, que se dan cada cuatro o cinco años, que las políticas públicas que se llevan a cabo tanto en Nación como en el gobierno porteño”, aseguró a  Héctor Coto, ex director de Enfermedades Transmisibles por Vectores del Ministerio de Salud de la Nación.

Por su parte, la ministra de Salud porteña, Ana María Bou Pérez, confirmó que el 16 de enero, en un barrio al sur de la Capital un chico de 21 años realizó una consulta médica por el estado febril que padecía. Los análisis establecieron que había sido picado por un mosquito portador de dengue. El joven aseguró que los síntomas se habían iniciado tres días atrás, en su casa, y que no realizó ningún viaje en aquellas fechas, por lo que se catalogó al caso como autóctono. “Que se registre un caso local implica que el afectado se contagió sin viajar a ninguna área de riesgo de dengue, por ende corresponde con un Aedes aegipti –el insecto que transporta el dengue– autóctono. No significa que esto sea una nueva epidemia, pero hay que tomar los recaudos necesarios”, informó a este diario Andrea Gómez, integrante de la ONG Mundo Sano, organización que diseña estrategias de prevención contra el virus del dengue.

Con el correr de los días, el joven infectado fue dado de alta y ayer ya se encontraba en su casa. Previamente, el Centro de Atención Primaria (Cesac) controló su evolución, a la vez que se iniciaron acciones de control de foco, dispuesto por el Sistema de Vigilancia de la Salud y Control de Enfermedades de la Ciudad de Buenos Aires (Svsce). “Cuando se conoce un nuevo caso de dengue, se realiza el denominado ‘bloqueo de foco’, que consiste no sólo en la atención de las personas que estuvieron con el paciente en el momento de la infección, sino también se lleva a cabo un tratamiento intensivo, nueve cuadras a la redonda, de los mosquitos que se encuentran en la zona de la picadura. Una vez efectuado aquellas acciones, se puede mencionar que el caso está controlado”, expresó Coto a PáginaI12.

En un comunicado oficial, la titular de la cartera de Salud porteña indicó que “en este primer caso autóctono no se encontraron otros posibles casos ni entre los familiares ni entre los vecinos, y se eliminaron los posibles criaderos”. En todas las campañas de prevención del dengue, ya sea estatales o de organizaciones de salud, se remarca la necesidad de limpiar todos los recipientes que acumulen agua para no facilitar la reproducción del mosquito.

Consultado por la posibilidad de contagio una vez que alguien sea picado por el mosquito Aedes aegipti, Coto explicó que “solo se puede trasmitir cuando el virus está en la sangre y es un ciclo que dura aproximadamente cinco días” y agregó que la diferencia de brotes de dengue del año pasado al actual corresponde a un proceso natural de inmunidad en la población. “Cuando tenés una epidemia como la que sucedió en 2016, con más de 40.000 casos registrados, es muy improbable que la cifra sea similar a la del año siguiente ya que luego de ser picado, la persona genera un período de inmunidad contra el virus que dura entre uno o dos años. Por eso mismo, los brotes de dengue suceden cada cinco años”, dijo el especialista.