Las fuerzas políticas que respaldan la candidatura del radical Mario Negri para gobernador de Córdoba presentaron una impugnación ante la justicia electoral para impedir la interna que convocó para el 17 de marzo su contrincante, el actual intendente de la capital de la provincia y también radical, Ramón Mestre. La presentación la realizó Luis Juez como titular del Frente Cívico, integrante de la mesa provincial de Cambiemos. Sin embargo, este recurso no garantiza que anule el peligro de una fractura del macrismo cordobés. El último intento se concretará el próximo lunes cuando se reúna la mesa nacional de Cambiemos en la Casa Rosada. La disputa cordobesa, que cuenta con todos los aditamentos de vehemencia y rudeza de las internas radicales, parece estar destinada a ser una pelea entre dos que quieren ser los escoltas del gobernador cordobés, Juan Schiaretti, que en todas las encuestas aparece encaminado a la reelección en los comicios previstos para el próximo 12 de mayo.

“La prioridad es mantener vigente Cambiemos”, dijo Negri mientras hacía un recorrido por ciudades de la provincia de Córdoba e insistió que su negativa a participar en la interna es “por falta de transparencia”. De todas modos, el actual titular del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados reclamó que “se encuentren los canales necesarios para que la coalición no se fracture en Córdoba”. Una frase que anticipaba la convocatoria de la mesa nacional de Cambiemos para el lunes próximo donde deberán estar las partes en disputa. Se verán a las 11 en la Casa Rosada donde además del jefe de Gabinete, Marcos Peña, los esperará también el titular del PRO nacional, Humberto Schiavoni, quien aseguró que “nuestro límite es romper Cambiemos, siempre preservamos la unidad de Cambiemos, confío en que va a primar la cordialidad. No es una opción que se rompa Cambiemos en Córdoba”.

Mientras tanto, Mestre se mostró firme ayer en su intención por concretar la interna. Su lista incluye a representantes del PRO cordobés que responden al diputado Nicolás Massot, alineado con el titular de Diputados, Emilio Monzó. Ambos mantienen una confrontación con la conducción macrista y su respaldo a Mestre tendrá repercusiones en Cambiemos a nivel nacional donde el radicalismo empuja cada vez más por abrir la competencia por la candidatura presidencial en las futuras PASO.

Anoche, Mestre se encontraba en la ciudad de Buenos Aires donde aseguró que “los cordobeses tenemos que elegir nuestros candidatos sin que medie el dedo de nadie. Tenemos el derecho a expresar nuestra propuesta y que el 17 de marzo opine el cordobés”, aseguró el precandidato confirmando la realización de los comicios internos. Incluso adelantó que “si no se presenta la otra lista quedaremos proclamados. Nosotros representamos a Cambiemos”, afirmó.

Entre los que respaldan a Negri se aferran a la carta orgánica de Cambiemos de Córdoba. Hablan de una cláusula que exige el consenso para cualquier decisión y otra que prohíbe de manera expresa la posibilidad de que un sector o partido que rompa con la alianza usar su sigla en elecciones. En la mesa cordobesa de Cambiemos el único que responde a Negri es Luis Juez porque los representantes de la UCR local son de Mestre y los del PRO de Massot. Por eso Juez presentó la impugnación que rompe con el consenso exigido. Pero todos saben, los de Negri y los de Mestre, que esas cláusulas que firmaron en su momento bien pueden transformarse en letra muerta si las conveniencias políticas así lo indican.

Ahora bien, la fractura no sólo dejará a Negri y Mestre compitiendo entre sí por el segundo lugar en los comicios para gobernador de Córdoba sino que además abre la posibilidad de que el peronismo conquiste la capital provincial a través del candidato de Schiaretti, Martín Llaryora, porque ni Juez, el candidato de Negri, ni Rodrigo de Loredo, el candidato de Mestre, podrán por sí solos retener la ciudad capital. Si es así, Schiaretti tendrá motivos para festejar durante por los menos una semana seguida. 

De todas formas, la alternativa de una mediación de la mesa nacional de Cambiemos tampoco garantiza la paz y mucho menos el triunfo en los comicios provinciales de mayo. Schiaretti mide muy bien en las encuestas que maneja el macrismo cordobés. Pero en el supuesto que la Casa Rosada logre anular las internas tendrán muy poco tiempo para el armado de la “lista unidad” y, se sabe, que esas negociaciones siempre dejan un tendal de heridos que perdieron sus lugares en las nóminas para legisladores y/o concejales y solo se llevan promesas de futuros cargos en caso de triunfar. Ese complicado armado debe estar listo antes del 23 de marzo porque ese día deben presentarse la lista de candidatos.