La esencia de este #8M es clara: nadie quiere que Mauricio Macri renueve la presidencia. Ninguna feminista quiere que Cambiemos se perpetúe en ningún lugar de poder. Porque el pueblo tiene hambre y las mujeres más aún.

Tres años y pico de una derecha que de tonta no tiene nada, por más que algunos individuos se encarguen de hacernos pensar lo contrario, nos ayudaron a definir aún más nuestro norte, en términos políticos y concretos. Nada de romanticismo: al closet del neoliberalismo no volvemos más. Esto no significa que no habrá gobiernos nefastos, sino que el movimiento de los feminismos se ha metido en las estructuras, no sólo para hacer protocolos por violencia o armar una agenda, sino para garantizar que la vara de la política suba, como dijo la periodista torta, Lia Ghara. Esto implica no naturalizar más las prácticas de machitos cancheros que huelen a naftalina, tener la capacidad de formar cuadros integrales con perspectiva de género y, por sobre todas las cosas, impulsar políticas de Estado que garanticen que todo el pueblo conquiste derechos. Las feministas del campo popular somos las encargadas de hacer memoria activa y no dejar afuera a ninguna trava y a ningunx trans. Somos las que caminamos los barrios y los sindicatos. Las universidades y las fábricas.

Este #8M puede ser el último paro a Mauricio Macri. Lo hacemos en nombre de todas las pibas que fueron asesinadas en manos de un femicida que fue amparado por un gobierno que le dedica 11 pesos por año a cada mujer y que está ausente en materia de prevención. 

Este #8M puede ser un nuevo punto de partida para visibilizar lo violento que es el Estado con nosotras cuando tiene cara de María Eugenia Vidal o de Horacio Rodríguez Larreta. No ocupamos ministerios que no sean los relacionados con las tareas feminizadas, como Educación, Salud o Desarrollo Social. El ajuste nos llega por despedidas y también por ocuparnos del cuidado de nuestrxs hijxs. Nos quieren dar un presupuesto que nos hambrea, nos golpea y nos mata.

No. 

Estamos hartas.

Las sindicalistas, las deportistas, las docentes, las travestis, las trabajadoras de prensa, las ladrilleras, las actrices, las peluqueras, las jubiladas y cada feminista venimos a romperlo todo. Empiecen a googlear que nosotras venimos a gobernar.

Lucía Ríos: Periodista, codirectora de Matria.