Elena Roger interrumpe por un instante la entrevista para mostrar un spot que le llegó al celular, destinado a concientizar sobre la estadística abrumadora de un femicidio cada 26 horas en lo que va del 2019. Es que mientras arriba de los escenarios la actriz y cantante interpretó a figuras femeninas de gran potencia histórica, como Eva Perón, Edith Piaf y Mina Mazzini, en el llano participa activamente del movimiento de mujeres y manifiesta su preocupación por la creciente violencia machista. “Hoy empiezo a ver algunas cosas que me sucedieron y no me deberían haber sucedido. No sufrí ningún abuso, pero viví situaciones que culturalmente, en su momento, no me parecía que me ocurrían por mi género, y ahora pienso que sí fue por eso. Entonces está bueno, con todo esto que está surgiendo, darles a las mujeres las herramientas para que sepan que no está bien una cachetada, ni que te sacuda un tipo de un brazo. No se puede dejar pasar eso. Tampoco la violencia verbal. Esas tienen que ser alarmas”, reflexiona. 

En julio de 2018, en el marco del debate por el aborto legal, seguro y gratuito, Roger participó de una acción frente al Congreso de la Nación, en la cual leyó una carta escrita por la escritora canadiense Margaret Atwood, autora de El cuento de la criada, la novela que se ha convertido en un emblema de la causa, por la triste vigencia de su historia. Escoltada por ciento veinte mujeres vestidas con las capas rojas de las criadas, que en la ficción son forzadas a engendrar y a parir, la actriz leyó: “Nadie está forzando a las mujeres a tener abortos. Nadie tampoco debería obligarlas a someterse a un parto. Fuerce partos si usted quiere, Argentina, pero por lo menos llame a lo forzado por lo que es. Es esclavitud: es reivindicar poseer y controlar el cuerpo de otra persona, y sacar provecho de eso”. 

“Viví ese momento con temor. Pero hay que ganar ese terreno, poder enfrentarse y decir: ‘Sí, está bien lo que estoy haciendo’. Tenemos que poder luchar por nuestros derechos. Esa fue una situación de mucha energía, con una acción  concreta. Estoy contenta de haber participado”, cuenta al respecto. 

En la misma línea de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Roger sostiene que la legalización tiene que estar acompañada por una educación sexual que permita decidir. “Hay que evitar que la mujer llegue al momento de tener un embarazo no deseado. Y eso se evita informando. 

¿Está bien que tu tío te toque donde no te tiene que tocar? No. No está bien. Y hay muchas situaciones familiares en las que se piensa que eso sí está bien. La educación es una herramienta poderosa, y por eso hay sectores que no quieren que se eduque, en general, y no sólo respecto del aborto. Porque se necesitan sectores oprimidos. Si no, no se puede gobernar”, advierte.

Pero su mensaje final mira al futuro y abre una perspectiva esperanzadora. “El 8 de marzo estuve en la marcha, y vi muchas jóvenes. Ojalá que la mujer pueda tener estos derechos que está necesitando y que esto no sea una batalla. Que se haga desde otro lugar, desde el lugar femenino del amor, sacando esa energía de mierda que es la que nos destruye. Y sin odio. El tipo que nos mata lo hace porque tiene odio”.