El dólar volvió a entrar en zona de inestabilidad. El salto en la jornada de ayer fue de 57 centavos y ubicó la cotización en 41,59 pesos. El tipo de cambio mayorista subió 50 centavos y finalizó en 40,50 pesos. La tasa de interés por arriba del 63 por ciento no parece ser suficiente para frenar la demanda de moneda extranjera. El Banco Central insiste en que retirar pesos de circulación es la clave para enfrentar estos problemas cambiarios. Pero la propuesta sigue sin resultarle efectiva: hace semanas que la divisa se mueve en forma volátil (con saltos para arriba y derrapes hacia abajo). La bolsa porteña recibió el impacto de la inestabilidad del tipo de cambio y, sobre el final de la jornada, terminó cayendo 1,6 por ciento. 

 La autoridad monetaria renovó ayer 209.081 millones de pesos de Leliq (en dos licitaciones, como viene ocurriendo en las últimas jornadas) con una tasa de 63,87 por ciento en promedio. El organismo subió el rendimiento de las letras levemente respecto de anteayer (63,70 por ciento). Estas tasas de interés no terminan de desactivar la incertidumbre para los próximos meses. La suba del tipo de cambio ayer fue de casi 1,5 por ciento. Esta volatilidad vuelca un problema en varios frentes. El primero es que no termina de convencer a los inversores de la conveniencia de optar por instrumentos en pesos (permitiendo desarmar las presiones cambiarias en forma sostenida). El segundo es que refuerza las expectativas de inflación. Este año los consultores estiman un alza de precios de casi 32 por ciento y los privados esperan una suba de 40 en doce meses (ver nota en esta misma edición).  

  En el Banco Central plantean que hay un problema de falta de liquidez en las operaciones cambiarias y pretenden armar un esquema de “hacedores de mercado” para evitar que el tipo de cambio suba o baje en forma de saltos. Las autoridades de la entidad monetaria aseguran que, muchas veces, la falta de puntas compradoras o puntas vendedoras terminan colocando el precio de la divisa en valores pocos representativos. En palabras simples, la estructura del mercado posibilita que con montos muy bajos puedan alterarse los precios (y potenciar la especulación). Las bolsas y agentes que hoy ya cumplen el rol de hacedores de mercado en las acciones pasarían a tener un rol similar con el dólar, con el objetivo de moderar los saltos discretos de la cotización.   

 La bolsa porteña recibió ayer el impacto de la suba del dólar. Las acciones anotaron una baja de 1,6 por ciento. Las caídas se concentraron sobre el final de la jornada, luego de que en las primeras horas había mostrado incrementos. Los principales retrocesos ayer fueron del Banco Supervielle (-5 por ciento), Pampa Energía (-3,6 por ciento) y Central Puerto (3,5 por ciento). Entre las firmas que registraron subas se destacó el avance de 1,6 por ciento del Banco Macro y del 5,4 por ciento de Comercial del Plata. 

 Los bonos públicos registraron retrocesos de más del 1 por ciento. Sobresalió la baja del 1,1 por ciento del Par en moneda extranjera, mientras que el Bonar 2020 marcó un retroceso del 0,3 por ciento y el Bonar 2024 lo hizo en 0,7 por ciento. El Discount 2033 fue el único título con suba (0,5 por ciento). El riesgo país que mide el JP Morgan cerró en 726 unidades y marcó un descenso de un punto. Las reservas internacionales subieron 25 millones de dólares y cerraron en 68.247 millones. 

 Entre los analistas de bolsa aseguraron que la suba del dólar no fue lo único que explicó el retroceso de los activos locales. Indicaron que hubo un menor optimismo en el extranjero con los países emergentes y eso impactó en la Argentina. Desde las dos de la tarde (hora argentina), Wall Street empezó a registrar bajas y eso se trasladó al resto de las bolsas. Entre las posibles explicaciones figuró un rumor acerca que el acuerdo comercial entre China y Estados Unidos podría complicarse. Estos países estarían registrando dificultad para alcanzar un acuerdo en materia de aranceles de importación. Los ADR argentinos (acciones locales que cotizan en Nueva York) fueron los más golpeados por esta tendencia. La petrolera YPF terminó con una baja de 2,6 por ciento, al tiempo que los bancos marcaron caídas de más del 4. 

 El anuncio del Fondo Monetario a principio de esta semana, en el que se reiteró que la Argentina recibirá más de 10 mil millones de dólares en los próximos días, no colaboró para despejar dudas. El organismo internacional de crédito hizo nuevos guiños al oficialismo para permitirle llegar en mejores condiciones a octubre. Uno de estos puntos fue la posibilidad de destinar 20 mil millones de pesos extra para la ayuda social que no estaban en la hoja de ruta del presupuesto. Pero en el mercado daban por descontado estos gestos del FMI y se enfocaron en mostrar las inconsistencias del programa fiscal.