“Soy la mamá de Miguel Angel Boitano y de Adriana Boitano”, dice Lita mientras acaricia las fotos prendidas en su pecho de sus hijos desaparecidos, entre la emoción que siente al nombrarlos  y antes de  hablar esboza su sonrisa, esa sonrisa que la acompaña y es única. 

Lita, lección de vida, maestra, ejemplo de lucha y dignidad.

En su  casa, comparte el  mundo habitado por la juventud de Migue y Adriana, sus discos, libros, pocas fotos que quedaron después del allanamiento, las fotos de comunión, de algún viaje, algún que otro cuadernillo de la facu; anécdotas de una casa con adolescentes llena de amigos y amigos de sus amigos, meriendas y política. Luego vendría la  militancia en la juventud universitaria peronista, la lucha por una patria más justa y también vendría el Terrorismo de Estado desplegando su violencia sobre miles de familias, de eso Lita da testimonio con su vida. 

Ya con sus hijos desaparecidos se acerca a Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, organismo que actualmente preside; allí fue recibida por Graciela Lois y Lilia Orfanó. A paso firme comienza a militar y tiempo después, lo que comenzó como un breve viaje que Familiares le encomendó a la ciudad de Puebla y que entre otras cosas debía junto a Madres y Abuelas encontrarse con Juan Pablo II, terminó imprevistamente en años de exilio.

Lejos de bajar los brazos, Lita se unió a otros exiliados en Roma, trabajó de cocinera en una iglesia, y desde allí junto a compañeros y compañeras, investigó, llevó delante denuncias y acciones en búsqueda de los desaparecidos pidiendo siempre por la libertad de los presos políticos. Regresó a la Argentina en diciembre de 1983.

En el año 2001 el presidente italiano Carlo Ciampi le hace entrega de la orden de “Comemdatore”; en reconocimiento a su aporte fundamental para el juicio en Italia que logró la condena de Suarez Mason y Rivero entre otros genocidas, en los años que aquí en Argentina las leyes de impunidad protegían a los responsables del terrorismo de estado.

Lita o Angela Boitano como anuncia el contestador automático en su teléfono, tiene la ternura pero también la firmeza para llevar adelante posiciones políticas que acompaña a veces con una puteada a la altura de las circunstancias. Sabe poner una cuota de concordia ante las discusiones apasionadas, y sienta su posición indeclinable como buena Tana, que pocas veces puede una escuchar quien la convenza de lo contrario. Defiende a los suyos, compañeres y amigues con un amor que nos hace sentir que con ella estamos a salvo.

Habla de los 30.000 pero nunca deja de decir en voz muy alta que la dictadura también encarceló a más de 10.000 presos y presas políticas. Se le quiebra la voz cuando habla de sus hijos y también cuando habla de la vida que tuvieron los hijos e hijas de los compañeros desaparecidos.

Sus armas infalibles son su lealtad y su generosidad. Lita, su vida, su lucha decidida, su ternura es la lección contundente que el amor le gana al odio siempre.

Lita va a Jujuy a ver a Milagro, la abraza y acaricia sus lágrimas; se reúne con Patricia Bullrich y le dice mirándola a los ojos: “Ustedes saben que paso con Santiago y donde está y no nos lo quieren decir”. 

Esa mujer es nuestra amada Lita. Ayer los Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz le rindieron homenaje, entregándole un cuadro que une la imagen de tres fotos que dialogan entre sí, recomponiendo una escena familiar que no pudo ser, pero que en el pensamiento de Lita fue recreada una y mil veces.

Los días de Lita tienen largas jornadas de reuniones, visitas a los presos y presas políticas, presencia en los juicios de lesa acompañando a los testigos, se siente fascinada por el crecimiento del movimiento feminista, feliz como buena peronista que el movimiento obrero lleve las banderas de memoria, verdad y justicia; indignada con el avance de este gobierno sobre los Derechos Humanos. 

Cuando va terminando el día Lita llega a su barrio, hace los mandados para prepararse la cena, con bolsas livianas sube la escalera y entra a su casa, la casa de siempre, la casa donde vivió con sus hijos y soñó junto a ellos el futuro. 

30.000 Detenidos Desaparecidos Presentes!

Sandra Moresco: Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas.